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Liga BBVA | Vigesimocuarta jornada

Multifútbol

Pues sí: al final resulta que estamos ante la Liga más bipolar. El Madrid despachó a lo grande y el Barcelona con suspense, pero los dos siguen siendo los únicos equipos fiables de un campeonato repleto de baches. El Almería, Lillo mediante, y el Sporting, con un gran Kike Mateo, se abonan también a ganar con pedigrí.

Actualizado a
El personaje: Pérez Burrull.

El molinón volvió a cantar a Kike Mateo

Decisivo (fue máximo goleador) en el regreso del Sporting a Primera, Kike Mateo se ha ido diluyendo de las alineaciones hasta tener ahora una presencia circunstancial, tal vez de manera injusta. Porque perdían los gijoneses (1-2) y, nada más saltar al campo, dos apariciones de Kike lograron voltear el marcador. Para empezar le dio a Barral un gol en bandeja y poco después se inventó el penalti de la victoria local, transformado por Diego Castro. "Eo, eo, eo Kike Mateo" canta la grada del Molinón cada vez que Preciado les regala unos minutos del talentoso centrocampista murciano. Por algo será. La Mareona, esa gran afición, no saca a sus héroes de la casualidad.

Suazo: dos orejas sólo con el estoque

Pasaba el Chupete Suazo por Getafe e hizo otros dos goles, ató un buen trocito de salvación para el Zaragoza. El primero, tras controlar raro y pegarle cruzado y mordido, más raro aún. El segundo, cabeceando solito y sin inmutarse en medio del área, como si en vez de rodeado de contrarios de elite estuviera tomándose un café en el bar. Matar es una suerte que muchas veces no tiene nada que ver con el toreo. El gol, también a menudo, se puede desentender del buen fútbol. Con matadores como el Chupete, a los que no les importa la jugada ni el partido, que marcan porque sí, da igual el resto de la faena. En el área, con el estoque, casi siempre merece las dos orejas.

Silva: genialidad, calidad y raza

En la Selección, Silva es el mejor compañero de Xavi, Iniesta y Cesc, cuarto pequeñito del centro del campo que mejor trata la pelota en el mundo, el del tiqui-taca. Fuera de ella se le ha comparado con su paisano Valerón, pero a Juan Carlos siempre le echamos de menos algo más de carácter, porque del superclase al crack va un litro de sangre más en las venas. Raza y calidad no le faltan a Silva, menos estirado (1,84 contra 1,72) pero con un potente tren inferior que le ayuda a aguantar embestidas rivales. Ambas virtudes pero, sobre todo, la genialidad, consiguieron que el valencianista se moviera en el área como en un campo de minas y encontrara el hueco preciso para batir a De Gea en el 0-1 del Valencia anoche. Acostumbrado a jugar en la izquierda, Silva agradece estos meses su posición como segundo delantero. Este rol permite al canario llegar al frente del ataque con más posibilidades de marcar y también de explotar su calidad en la circulación y en el pase cuando se asocia con los de atrás, entre ellos Banega.

Kaká ha vuelto

Veinte jornadas ha tardado Kaká en quitarse los complejos, en ganar velocidad o en hacerse un sitio entre tanto futbolista ofensivo, cualquier razón nos valdría para intentar explicar su supuesta "mediocridad". A los goles y el brillo ante el Villarreal le sucedió el sábado un partido más que aceptable en Tenerife. Quizá nos resignamos a no creernos que el pubis no le ha respetado lo suficiente y que el Madrid no permite esas paciencias. Quizá Cristiano nos ha deslumbrado tanto que a su alrededor sólo vemos sombras. Pero un futbolista no es sólo él, sino también y sobre todo sus circunstancias. Apostemos pues a que Kaká le dará al Madrid muchas noches de gloria más de las que ahora cabría esperar. Los Balones de Oro se podrán discutir más o menos, pero seguro que no se regalan.

Llamando a vicente (II): pedro resuelve

En cuestión de meses, Pedro Rodríguez ha mutado de agradable comparsa a hombre fundamental, a titular necesario para que el Barcelona mantenga los números. Ya no sólo es "el chico que marcó en todas las competiciones" o aquel que puso a los culés en la senda de su sexto título, el Mundial de Clubes. Goles (16 en 33 partidos esta campaña) como el que sacó al Barça del atasco ante el Málaga le valen al tinerfeño la catalogación de futbolista resuelveproblemas. ¿Te lo apuntas, Del Bosque?

El personaje: Pérez Burrull

Otra vez la montó Pérez Burrull, al que sólo la bronca de Assunçao y el consejo del cuarto árbitro, Jorge Figueroa, salvaron de comerse el que hubiera sido su segundo penaltón no pitado de la noche. Si a los futbolistas que no están finos se les manda al banquillo y a los entrenadores protestones a la grada, ¿por qué no cambiar también a los árbitros poco inspirados? Figueroa, entre.

Julio Álvarez y Manzano

Perdía el Mallorca en Valladolid, pero Manzano decidió quitar a un delantero (Víctor) para meter a un medio (Julio Álvarez). ¿Un paso atrás? No, dos adelante. Julio lanzó el córner del empate y luego marcó el tanto de la victoria. Goyo sí que es inconfundible.

De las Cuevas y Panenka

De las Cuevas se vistió de Diego Castro para empalar el 1-1 desde la izquierda pero con la diestra, tan a la manera del hijo de Fernando Castro. Más tarde, el propio Diego se disfrazaría de Panenka en el penalti del 3-1.

Soriano: disfraz de goleador

Hablando de disfraces, qué bien le sienta a Soriano el cambio de ropa que le propuso Lillo. Diez metros más adelante, este medio antes marcado por la indefinición se está hartando de llegar al área y golear. En Santander sumó su cuarto tanto.