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Liga Adelante | Real Sociedad 1 - Nàstic 0

El meta Bravo sorprende y da el triunfo a la Real

Marcó de falta poco antes del descanso ante el Nàstic

Actualizado a
<b>DISPARO. </b>Bravo se dispone a lanzar la falta del gol del triunfo.
DISPARO. Bravo se dispone a lanzar la falta del gol del triunfo.amaia zabalo

Sorprende por poco habitual y menos en la Real. El portero chileno Claudio Bravo fue el encargado de darle los tres puntos a su equipo ayer en Anoeta al transformar una falta al borde del área del Nástic. Suena a chiste, pero la realidad es que el meta titular de Chile devolvió la alegría a la afición donostiarra al marcar un gol que rompía una mala racha de tres jornadas consecutivas sin ganar.

Todo ocurrió en el minuto 45, en la última jugada de la primera parte. Amoedo Chas pitó una falta a favor de la Real y Diego Rivas llamó con gestos a Bravo, que miró al banquillo encontrando la mirada cómplice de Martín Lasarte. El chileno cruzó todo el campo para colocar el balón ante el murmullo de la grada. Le pegó fuerte y raso, la pelota pasó por debajo de las piernas de Biel Medina para cambiar la trayectoria y despistar a Rubén Pérez: gol. El delirio estalló en Anoeta, que coreó el nombre de su portero mientras se llevaba las manos a la cabeza ante lo que acababan de ver.

El tanto desniveló lo que hasta entonces había sido un partido bastante igualado, con una Real llevando la iniciativa, pero llegando con poca claridad al área del Nástic. En la segunda parte, Lasarte decidió entregar al balón a su rival sabiendo que los catalanes son más peligrosos sin la pelota y saliendo a la contra. La lectura del charrúa fue perfecta. Ante las bajas repentinas de José Mari y Roberto, el Nàstic quiso dominar, pero no logró controlar el partido y no creó peligro. Mientras, los locales aprovecharon las prisas catalanas por llegar arriba y, con un Bueno en estado de gracia, crearon las mejores ocasiones.

Aranburu y Nsue fallaron dos remates bajo palos con Rubén Pérez ya batido. La Real pudo golear, pero no hubiera sido justo para que se olvidara el gol de Bravo. Su tanto ya es histórico y no se recuerda en San Sebastián la última vez que marcó un portero.