Manuel Llorente fue el encargado de clausurar ayer el curso universitario 'Historia del Valencia C.F.' que ha servido para conocer más de cerca a la entidad de Mestalla. Ante los 230 alumnos inscritos, el presidente repasó la actualidad del club ché, marcada por su delicada situación económica. "Cualquier venta de un jugador no hay que verlo como algo negativo en la gestión de los Consejos que dirigen los clubes, sino como una oportunidad de financiarse. Todos los equipos venden futbolistas. No tenemos que temer a la venta de los activos", advirtió Llorente como fórmula para conseguir los ingresos que se necesitan.
No obstante, el máximo dirigente ché también reiteró que, a la hora de desprenderse de alguna de sus estrellas, será el Valencia el que fije el precio. Y en el caso de Villa, podría ser muy elevado. Por lo menos eso es lo que respondió cuando un alumno le preguntó si el precio del Guaje estaba en los 42 millones de euros fijados como partida en el presupuesto por la venta de activos. "En mi opinión, vale el doble de esos 42 millones. Pero esa partida se refiere a la venta de activos, no a la venta de Villa o Silva. Además, esa cifra no tiene ninguna relación con el precio de Villa, el precio lo pone el mercado. Si mete los goles que debe, nos ayudará a meternos en Liga de Campeones y al precio inicial habrá que sumar lo que nos da la Champions", apuntó Llorente, que recordó que "si hubiera sido una cifra cuantitativa, le habríamos vendido el verano pasado, pero el Consejo no tenía ningunas ganas de venderlo".
Además, también se refirió a la situación de Urbanas de Levante, empresa de Juan Soler que podría entrar en suspensión de pagos. "La situación de Soler afectará al club. En el Grand National hay un obstáculo que acaba en un foso con agua. Ahí es donde estamos y a ver cómo salimos, pero estoy convencido de que lo haremos", concluyó el presidente ché.
"Al final habrá acuerdo con la UTE"
Otro de los temas que centró la intervención de Llorente fue la venta de las parcelas de Mestalla y la construcción del nuevo estadio. "Para mí, es un gran error que un club construya un campo de fútbol nuevo y con una dimensión tan ambiciosa como la planteada. Las parcelas de Mestalla sirven como garantía de créditos para financiar las pérdidas. Es necesario venderlas a la mejor oferta que tengamos". En cuanto al nuevo Mestalla, se mostró convencido de que pronto se retomarán las obras: "Estamos renegociando con la UTE cómo pagarles los 45 millones que se adeudan y cómo empezar las obras. Cuando comiencen, no pararemos. Al final habrá acuerdo".
