Con 22 años debutó en Primera de la mano de Luis Aragonés. Era un sueño hecho realidad: "En aquellos momentos, para mí era un tren de alta velocidad donde me montaba, las cosas pasaban muy rápido y yo no me enteraba de nada". Así define Juanma, seis años después, cómo vivió esos días. El pacense pasará a la historia del club rojiblanco por ser el portero titular el día del Centenario ante Osasuna en un Vicente Calderón abarrotado, justo una semana después de su debut. Y precisamente éste fue el único encuentro que perdió como colchonero (0-1).
Tras esos días de gloria siguió en el filial y, en la temporada siguiente, jugó once partidos más con el Atlético. La muerte de Jesús Gil y su deseo de tener un contrato profesional le llevaron a abandonar el club del Manzanares para recalar en el Numancia. Con los sorianos disputó 25 partidos, encajando 37 goles. Pero tuvo que volver a su club de origen, el Mérida. La temporada pasada se vio sin equipo hasta que el Lorquí le fichó en enero.
Ahora es el portero titular del Alcorcón y cumplirá un sueño: jugar ante el Madrid. "Es un premio después de todas las eliminatorias que no se ven", aseguró el guardameta. Y deja claro que los blancos no lo tendrán fácil: "Ellos tienen sus armas, su elenco de estrellas. Pero nosotros tenemos las nuestras. Más ilusión, más concentración y todas esas cosas que no son la calidad. Y si ellos se equivocan en despreciarnos les podemos dar un susto". Lo que está claro es que no quiere oír hablar de miedo: "Después de todo el sufrimiento, si te toca el Madrid y sales al campo a pasar miedo, ¿para qué?, hay que disfrutar".
Ceja rota.
Un infortunio en el encuentro ante el Atlético B hace dos jornadas le dejó con el ojo izquierdo morado y la ceja rota. Ibrahim le golpeó en un lance del partido, pero sigue jugando sin problemas.