Forlán ha perdido su olfato goleador. El delantero uruguayo ha visto cómo su registro de cara a la puerta contraria se ha mermado debido a su nueva posición en el campo, algo más retrasada que la de la temporada pasada. El futbolista está abocado a buscar nuevos recursos para alojar el balón en las redes y por ello abusa del disparo lejano. Así, de los 42 remates que ha lanzado el charrúa en los seis partidos de Liga y los dos de Champions, 32 han sido desde fuera del área, es decir, el 76 por ciento.

Como ya reconocía Forlán al término del partido ante el Valencia en Mestalla, Abel le ha pedido esta temporada que juegue más rezagado y se implique más en la elaboración del juego. De esta manera, participa más, pero pierde presencia arriba y ve disminuida su capacidad realizadora que le llevó a ser Bota de Oro la pasada temporada con 32 tantos en 33 choques, casi a gol por partido. Esta campaña, tan sólo ha convertido dos en seis encuentros ligueros y aún no se ha estrenado en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Y es que la gran movilidad que le requiere su nuevo puesto le hace perder el resuello para ser resolutivo y por ello recurre al zapatazo.

Obcecado. Está obsesión de lanzar desde cualquier parte por lejana que sea le coloca como el jugador de Primera que más disparos realiza desde fuera del área rival. En la competición liguera, Diego ha lanzado 29 tiros de los que 22 fueron lejos de la frontal. Con ello, el punta arma la pierna para un lanzamiento lejano una vez cada 20 minutos. El que más tira de la Liga, Cristiano Ronaldo, le supera con un gol en los remates (30), pero desde lejos sólo ha golpeado 16 veces el balón hacia la puerta contraria, a pesar de que el portugués es el encargado de tirar las faltas en el Madrid, algo que Forlán se reparte en el Atlético con Simao y Antonio López.