Ryan Giggs, ese Caballero del Imperio británico que nunca ha sido expulsado llevando la camiseta del Manchester United (y sólo una con la selección galesa), destrozó al Manchester City con su elegante zurda. Primero marcó Rooney y luego empató Barry tras error monumental del meta Foster.

Entonces apareció el galés: dio un zurdazo maravilloso para que Fletcher pusiera el 2-1. Empató Bellamy: acto seguido Giggs repitió centro... y Fletcher cabezazo. Entonces, Ferdinand le dio emoción regalándole a Bellamy, en el 90', el 3-3. Pero Giggs seguía en el campo: en el minuto 96 recogió un balón en la frontal, miró, vio a Owen solo y le dio medio gol. El ex madrididista, que no tocó otro balón, puso la otra mitad. Ferguson alzó los brazos al cielo en señal de gratitud por los minutos extra (y por Giggs), mientras que Hughes, técnico del City, se comió al cuarto árbitro por lo que consideraba una prolongación injustificada.

Sigue el pleno del Chelsea

El Tottenham, que había ganado sus cuatro primeras jornadas, ha salido escaldado de sus duelos con el United (perdió 1-3) y con el Chelsea, ayer. Los de Ancelotti le pasaron por encima con un amplio 3-0 y son líderes con 18 puntos de 18 posibles.