Algo ronda por la cabeza de Mauricio Pochettino desde hace días. El técnico argentino trata de buscar soluciones en su plantilla ante el dubitativo inicio de temporada. Dos derrotas en el arranque provocarán movimientos y cambios en el equipo. Uno de ellos podría ser Fernando Marqués, que en Riazor puede tener su bautismo oficial. El técnico considera que su desparpajo podría ser determinante y sus opciones de participar se incrementarán conforme se suceda el partido. No será titular, pero tendrá minutos.

Puede haber más. Durante la semana, el entrenador irá cavilando para decidir qué equipo alineará ante el Deportivo en A Coruña. Podría retocar casi todas las líneas. Piensa Pochettino que el equipo está trabajando bien, que se está esforzando muchísimo, pero al no llegar los resultados esperados (al conjunto le cuesta mantener la intensidad física por razones obvias), un cambio de rumbo sería algo muy comprensible.

Los atacantes. Siguen sin saber lo que es anotar un gol en lo que va de Liga. Y preocupa, claro. La idea es que nadie se sienta presionado y que las opciones se acaben materializando. Por ese motivo, Pochettino también quiere insistirle a sus jugadores más avanzados. Pretende motivarles. Es sabedor el argentino de que en la recámara tiene a jugadores con hambre y ganas: Ben Sahar y José Callejón aguardarán a que les llegue la oportunidad con más minutos y así demostrar que merecen jugar en este equipo. Raúl Tamudo ha empezado la Liga de titular, pero podría ser suplente en la tercera jornada, pensando en ponerle a punto para los partidos de casa ante Málaga y Xerez.