Tropezar en las mismas piedras

Tropezar en las mismas piedras

Asegurada la Champions, batacazo. Este Atlético volvió a ser el equipo descafeinado que desespera a su afición y empezó la Liga con un petardazo espectacular. Su comportamiento ayer anuncia que todo va a seguir igual, este equipo no se cansa de tropezar en las mismas piedras, sólo se motiva en los grandes partidos, pero tiene lagunas alarmantes. Por eso roza tantas veces la catástrofe. Esta temporada nada ha cambiado. El Atlético no se ha reforzado como debía. Mantiene su potencia en ataque porque ha conseguido retener al Kun y a Forlán, pero sigue con los mismos laterales y el mismo centro del campo. Cléber, Jurado y Reyes no mejoran lo que hay como ya se sabía, ayer hasta echamos de menos la incansable labor de Assunçao.

El Atlético pagará las consecuencias de no haber fichado lo que necesitaba. No se puede vivir toda la temporada esperando que lluevan las genialidades del Kun y de Forlán. Y si Agüero lo intentó sin fortuna en Málaga, el uruguayo estuvo desenchufado. Simao ha empezado la temporada sin chispa y Maxi se ha agotado para recuperar el puesto. Si a este Atlético le falla la pegada, apaga y vámonos. No le queda casi nada. El Málaga aprovechó sus ocasiones y los errores defensivos, que estos nunca faltan, del Atlético. Fue un jarro de agua fría después del magnífico comportamiento en la previa de la Champions. Fue la vuelta a la realidad. Esto es lo que hay: un equipo sin refuerzos, cogido con alfileres, que vive de dos futbolistas, que en Málaga no tuvieron su día.