Apenas dos días después de confirmarse la espantada de Álvaro Negredo y su marcha al Sevilla, el Real Zaragoza reactivó la ilusión de su entorno con el anuncio del acuerdo por el lateral izquierdo del Partizán de Belgrado Ivan Obradovic. El joven jugador (cumplió 21 años el pasado julio) se ha comprometido con la entidad aragonesa para las próximas cinco temporadas. Un trato que se concretará el próximo lunes, día en que el jugador pasará el reconocimiento médico.

El Real Zaragoza no informó de las cantidades de la operación, pero las cifras podrían rondar los tres millones de euros. Una cantidad menor a los cuatro millones de euros que el Partizán le solicitó al Atlético de Madrid el mes pasado. El club madrileño ha sido uno de los muchos que han sonado este verano como interesados en el jugador, una lista que completan Werder Bremen, Barcelona o Juventus entre otros.

Promesa.

Ese interés de importantes equipos europeos evidencia que el Real Zaragoza se lleva a uno de los valores emergentes del fútbol europeo. No en vano, Ivan Obradovic ya es un fijo en las alineaciones de la selección absoluta de Serbia pese a ser un sub-21 todavía. Su largo recorrido, su calidad y su excelencia técnica le convierten en un lateral muy prometedor.

Con su llegada, el Real Zaragoza refuerza su defensa con un jugadore de gran proyección y se despide al mismo tiempo de Roberto Canella, una de sus grandes aspiraciones de este verano. Ahora, la dirección deportiva va a centrar sus esfuerzos en la contratación de un central y un lateral derecho, dos posiciones que Marcelino quiere reforzar.

El serbio ocupará plaza de extracomunitario

Ivan Obradovic ocupará una de las tres plazas permitidas para jugadores extracomunitarios. Así, y después de que el club ya haya recibido toda la documentación que acredita que Juan Pablo Carrizo tiene doble nacionalidad (argentina e italiana), el Real Zaragoza cuenta ahora con Ewerthon, Abel Aguilar, Pablo de Barros y Obradovic como jugadores sin pasaporte comunitario. Una situación que se normalizará con la salida del brasileño Pablo de Barros, a quien el club le busca una salida en forma de cesión desde hace semanas. Ahora, el club ya no puede incorporar a más jugadores no europeos a no ser que se desprenda de Ewerthon, actuación poco probable en estos momentos. De esta manera, la entidad aragonesa tendrá que abandonar la operación por la que quería traer al argentino Juan Forlín.