Ribéry será el fichaje estrella del Madrid en el verano de 2010. Tras cerrar el 'chiringuito' Florentino Pérez el pasado martes con la contratación de Xabi Alonso, con un desembolso de 254 millones de euros en ocho fichajes, el presidente se ha movido con agilidad con sus hombres de confianza y ya ha acordado y sellado la que será su gran operación de la temporada 2010-11. El crack de la selección bleu y del Bayern ya ha llegado a un acuerdo privado con la entidad madridista, con un contrato por cinco temporadas (de 2010 a 2015), lo que permitirá al francés desarrollar el tramo principal de su carrera en el Bernabéu, donde debutará con 27 años (los cumplirá el próximo 7 de abril) y se despedirá con 32, la misma edad que ahora mantiene a Raúl en perfecto estado de revista.
Florentino ha cerrado el acuerdo con Alain Migliaccio, agente de Ribéry y también de Zidane. Éste último es la otra persona clave en la consumación de la buena nueva por el empeño que tuvo en meterle el Madrid en su cabeza y quitarle su idea inicial de ir al Barça. Por su parte, Migliaccio ha sido el que ha mantenido informado en todo momento a Ribéry y al propio Florentino de las tensas conversaciones con los dirigentes del Bayern, que impidieron con su tozudez que el fichaje se consumase este verano. El Madrid trasladó a Beckenbauer, de manera informal, una oferta de 55 millones de euros, pero la intransigencia del Kaiser, así como de Rummenigge y Hoeness, dio al traste con el traspaso.
El jugador puso todo de su parte y hasta logró que Van Gaal dudase de su compromiso con el club alemán, pero aconsejado por el propio Florentino y por Migliaccio, Ribéry volvió a la disciplina del entrenador holandés a pesar de que una molesta lesión en la rodilla le ha mantenido inédito en lo que va de pretemporada. Una vez solventado el acuerdo con el crack francés sólo falta esperar un año y sentarse a la mesa con Beckenbauer para plasmar la operación estrella del próximo curso. Dado que Ribéry acaba su contrato con el Bayern en 2011, es difícil que los alemanes puedan pedir más de 25 millones de euros por él. Puestos a malas, el delantero podría esperar seis meses más y el 1 de enero de 2011 podría firmar por los blancos cobrando una suculenta prima de fichaje y dejar al Bayern compuesto, sin crack y sin un solo euro para su caja.
Ribéry cuenta además con el apoyo del sindicato internacional de futbolistas (FIFPro), que anunció en julio que iba a denunciar su caso a la Comisión Europea, obligando a un arbitraje que fijaría en 2010 el precio del jugador entre 16 y 22 millones de euros como máximo. Pero Florentino no quiere traerlo provocando un conflicto 'diplomático' con el Bayern, por lo que cree que hablando con Beckenbauer cara a cara todo se arreglaría amistosamente con un pago máximo de 25 kilos.
Igual que Cristiano.
El de Ribéry será un fichaje similar al de Cristiano, que hace doce meses tuvo que renunciar a su traspaso al Madrid a cambio de la promesa de Ferguson (y un contrato privado firmado entre Madrid, Manchester y su agente Jorge Mendes) de dejarle venir al Bernabéu en 2009. Ribéry repetirá el proceso. Un año de 'alquiler encubierto' en Múnich y en 2010 podrá ver cumplido su gran sueño: jugar de blanco en el Bernabéu y tener a su cicerone Zinedine Zidane en su presentación ante un Bernabéu a reventar. Ribéry, el próximo galáctico de Florentino, ya está atado.
