Granero disputó anoche frente a la Juventus su primer partido como titular en el Real Madrid. Comenzó en la banda derecha, como falso interior, y poco después cambió a la izquierda, dejando todo el carril para Drenthe. Tuvo mucha libertad de movimiento y apareció en el centro del campo con asiduidad para dar fluidez al juego del conjunto de Pellegrini. En todas sus acciones, sobre todo en la primera mitad, llevó a la práctica las voluntades de Pellegrini, dando velocidad al juego del Madrid y soltando el balón en dos o tres toques. Sin embargo, en la segunda parte sus intervenciones fueron decreciendo por el cansancio acumulado. Apareció a ráfagas y siempre lejos de la portería de la Juventus.

Metió ocho centros al área, de los cuales tres terminaron con remate de los puntas blancos. Las cuatro veces que intentó regatear a su marcador las finalizó con éxito. Combinó bien con Drenthe, del que recibió 14 pases, y con Guti, con el que completó 12 jugadas. Sus perdidas de balón, algunas de ellas ocasionadas por el mal estado del terreno de juego, no fueron muy significativas.

Recuperaciones.

Realizó una incansable labor en tareas de recuperación, con balones robados cuando la Juventus iniciaba el ataque. De cara a portería dispuso de dos ocasiones para marcar, aunque no tuvo fortuna en ninguna de ellas: una se marchó desviada y otra terminó en las manos del portero Buffon. Participó en siete de las 19 jugadas en las que el Madrid remató a portería. Desde luego, con partidos como el de ayer Granero va ganándose poco a poco un hueco en el equipo titular.