Duelo Hulk contra Carew

Peace Cup | Aston Villa - Oporto

Duelo Hulk contra Carew

Delanteros de élite en un choque entre campeones de Europa.

La Peace Cup alcanza su punto culminante con una semifinal de lujo: Oporto-Aston Villa. Dos campeones de Europa frente a frente. Los 'villanos' fueron los mejores del continente en 1981 derrotando al Bayern Múnich con un gol de White. El Oporto en 1987 consiguió su primera Copa de Europa derrotando también al poderoso conjunto bávaro por 2-1 (inolvidable gol de tacón de ese genio argelino llamado Madjer) y en 2004, baño al Mónaco de Deschamps y Morientes (3-0) y festival de Deco.

La Rosaleda acoge un partido de lujo. Los portugueses deslumbran con ese tanque llamado Hulk. Los de Birmingham, con el favor de la numerosa colonia británica residente en la Costa del Sol (muy ingleses y muy malaguistas, dicho sea para aclararlo), subieron su cotización como la espuma contra el Atlante haciendo un muy buen segundo tiempo donde remontaron con solvencia la ventaja del técnico Atlante azteca.

Pero hablábamos de Hulk. Este es un delantero fuerte, duro, rollizo e interesante que al Oporto le da mucha vidilla. El Aston Villa explota al noruego Carew, viejo conocido de los aficionados españoles (jugó en el Valencia). Anteayer goleó y mostró sus excelsas cualidades. Excelente. Muy bien Ashley Young y, para alegría de los españoles, Carlos Cuéllar es un pedazo de central que reclama a base de buenas actuaciones, sobriedad y aprendizaje británico que Vicente del Bosque se acuerde de él. De hecho, le tiene en su agenda de futuribles para ser internacional. Lo merece.

El vencedor de este encuentro tendrá el honor de cruzarse en la final nada menos que con el superviviente de todo un Real Madrid-Juventus. Prestigio e ingresos económicos se dan de la mano en una Peace Cup que no es que sea una maravilla, pero no está mal. Por lo menos es medíatica.

Baja asistencia en Málaga

Los altos precios de las entradas (25 euros la localidad más barata y 70 euros la más cara), las altas temperaturas y las tempranas fechas han dado como resultado que los tres partidos jugados en La Rosaleda hayan tenido 8.000 espectadores (tirando por lo alto) cuando el aforo del coso costasoleño anda por los 30.000. Poca expectación.