El conocido como "niño futbolista", que marcó un récord mundial con su debut a los 12 años en la primera división del fútbol boliviano el pasado domingo con el Aurora de Cochabamba, dejó el pasado viernes ese equipo junto a su padre y entrenador, Julio César Baldivieso.

"Me cortaron las piernas", afirmó al suplemento deportivo boliviano Marcas el precoz jugador, que empleó la misma frase que Diego Armando Maradona cuando fue retirado del Mundial de 1994 tras dar positivo en un control antidopaje.

"La vida continúa", aseguró por su parte Julio César Baldivieso, al indicar que tanto él como su hijo continuarán por el momento con su carrera futbolística en el club familiar, el Estudiantes, que milita en la Primera "A" de la región de Cochabamba.

"Volvemos a donde nacimos, al Estudiantes. Este será un buen momento también para descansar, fueron meses vividos intensamente, quiero pensar más en la familia que en los próximos proyectos", afirmó el técnico.

Julio César Baldivieso aseguró que dejaba la plantilla porque la gerencia del equipo le trató de imponer que eligiese entre seguir su carrera como técnico o apoyar a su hijo, que esta semana cumplió trece años. "Así es la vida, la envidia surge cuando ven que despiertas la expectativa que nadie pensaba, y ese creo que fue el delito de Mauricio, de generar tanta atención en el mundo", criticó el entrenador.

Baldivieso apuntó que pese a que su hijo tiene propuestas de diversos equipos, Mauricio firmó un contrato con el Aurora hasta el 31 de diciembre, lo que supone una traba para ser fichado por otro club hasta fin de año. "Hay que seguir para adelante, no tengo que bajar los brazos, me entrenaré con mi papá, luego veremos", subrayó por su parte el precoz futbolista.