Ibrahimovic, talento en estado puro

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Ibrahimovic, talento en estado puro

Ibrahimovic, talento en estado puro

El delantero sueco es el segundo fichaje del Barcelona en este mercado de verano. Uno de los mejores jugadores del mundo. En sus botas guarda tanto fútbol como mal genio en su carácter.

Zlatan Ibrahimovic (Malmö, Suecia, 3 de Octubre de 1981) se ha convertido en nuevo jugador del Barcelona. Después de varias semanas detrás de David Villa, el conjunto blaugrana volvió al que fue su primer objetivo del verano. En cuestión de horas se cerró el acuerdo entre clubes y unos días más tarde se obtuvo el sí de los jugadores para que se cerrara el traspaso mediático que esperaba toda la parroquia 'culé'. Ibrahimovic es el antídoto barcelonista para los fichajes realizados por el máximo rival, pero es mucho más que eso. También en un excelente futbolista. El Barcelona ya tiene un nuevo genio.

Un talento desbordante

Y es que no es exagerado decir que el espigado delantero sueco se encuentra seguramente entre los cinco mejores jugadores del mundo. En su puesto apenas tiene rival. En estos momentos sólo Forlán y, precisamente Etoo, pueden equipararse al ariete escandinavo, aunque sus estilos son bien diferentes. Sus 192 centímetros de estatura pueden parecer engañosos, ya que si por algo se caracteriza Ibrahimovic es por su gran habilidad con el balón. Es un mago que improvisa de una manera al alcance de muy pocos, ágil de movimientos, lo que le ha valido el sobrenombre de 'Ibracadabra', y que sabe utilizar su corpulencia para ganar el sitio a los defensas. Es rápido y explosivo, no tanto como Etoo, evidentemente, pero lo suficiente como para sorprender aprovechando su impresionante zancada.

En muchas ocasiones se le acusa de no tener suficiente gol, y eso puede ser aplicado a sus primeros años en Italia, pero en las últimas temporadas en el Inter ha demostrado que los que le comparan con Kluivert en ese aspecto se equivocan. 68 tantos en 126 encuentros oficiales en las últimas tres temporadas y máximo goleador de la última edición del 'Scudetto'. Además de capacidad goleadora, Ibrahimovic aporta visión de juego. Su altura le permite tener una visión privilegiada del campo, y su calidad hace el resto. Por poder, puede hasta lanzar faltas.

Pero también tiene sus por menores. A Ibrahimovic se le tacha en muchas ocasiones, y con razón, de ser demasiado individualista. Y es que su gran técnica le pierde. También le falta algo de espíritu de equipo. No destaca precisamente por ser el hombre donde empieza la presión al rival, algo fundamental en el esquema de Guardiola y un aspecto en el que debería trabajar mucho a nivel psicológico para concienciarle. Pero el mayor defecto de Ibrahimovic seguramente es su fuerte temperamento. El Barcelona cambia un cromo por otro, con diferentes características, pero el difícil carácter es algo que comparten. Ahí tendrá Guardiola que hacer la mayor parte de trabajo. El sueco es una bomba de relojería en un vestuario.

Tres grandes europeos han disfrutado su fútbol

De ascendencia balcánica (su padre es bosnio y su madre croata) Ibrahimovic comenzó su carrera en el Malmö FF de su ciudad natal, en el que ingresó a los 8 años. Aunque tuvo un breve paso por el FBK Balkan (del barrio de Rosengard, en el que se crió), ese fue el club con el que se convirtió en profesional. A punto estuvo de no hacerlo, ya que cuando aún estaba en el instituto, quiso dejar el fútbol y sólo la mediación de su entrenador permitió que continuara jugando. En 1996 firmó su primer contrato con el club sueco, y en 1999 llegó al primer equipo. Sus comienzos no fueron agradables, ya que ese año el Malmö descendió. Subió la temporada siguiente, y la aportación de Ibrahimovic hizo que varios clubes europeos se interesaran en él. El Arsenal de Wenger fue uno de ellos, pero finalmente fue el Ajax quien le contrató en 2001 por casi 8 millones de euros.

En Holanda estuvo tres temporadas, ganó dos Eredivisie, una Copa y una Supercopa, y dejó momentos de fútbol que le abrieron las puertas de la liga italiana. Para el recuerdo queda aquel maravilloso gol que le hizo en 2004 al NAC Breda, votado como gol del año por los internautas de 'Eurosport'. La Juventus fue su siguiente destino, y allí se convirtió ya en uno de los mejores delanteros del planeta. Le costó a la 'Vecchia Signora' 16 millones de euros. El descenso de la 'Juve' a la Serie B por el famoso 'Moggigate' forzó su salida y le privó de dos 'Scudettos'.

Su destino fue el Inter, que le convirtió, hasta la llegada de Cristiano al Madrid, en el jugador mejor pagado del Mundo. Él demostró con creces que merecía ese sueldo liderando al conjunto interista en la consecución de tres ligas y dos Supercopas de Italia, completando un palmarés brillante al que le sigue faltando la Liga de Campeones.

Con Suecia ha disputado 56 encuentros y ha marcado 21 goles. Jugó el Mundial de Japón y Corea de 2002 con tan sólo 20 años, y participó también en el de Alemania 2006 y las Eurocopas de Portugal 2004 y Alemania 2008. Entre septiembre de 2006 y marzo de 2007 renunció a jugar con su selección por una disputa con el seleccionador Lars Lagerback, que le había apartado de un encuentro clasificatorio para el Mundial de Alemania.