Carlos Tévez reúne varias condiciones que lo sitúan en el punto de mira de la secretaría técnica del Barcelona. La primera y más importante es que abandona el Manchester United, por sus discrepancias con Ferguson, y el 1 de julio estará en el mercado. La segunda ventaja es su polivalencia, ya que puede actuar como enganche, en punta o escorado hacia las bandas, pese a no ser un extremo. La tercera es su capacidad de lucha, la presión que ejerce sobre la defensa rival. Y la cuarta, su notable cuota de gol (15 esta campaña, sin ser titular).

El problema es que Tévez sí tiene precio. El United estaba dispuesto a ejercer la opción de compra, valorada en unos 30 millones de euros, cumplidos los dos años de la cesión por parte del West Ham United.Esos 30 millones coinciden exactamente con el presupuesto que el Barça tiene para reforzarse este verano, según hizo público el vicepresidente económico, Joan Boix.

El City, adelante.

Según la BBC, el Manchester City parte con ventaja para fichar al Apache, tras ser adquirido por un consorcio árabe. Pero el Chelsea también suena con fuerza.El City no puede ofrecerle la oportunidad de jugar en Europa, pero quiere armar un equipo poderoso. "City y Chelsea quizás sean los dos equipos que están sobre la mesa", dijo el sábado el representante de Tévez, Kia Joorabchian. El Barça, si lo quiere, tendrá que renunciar a otros o aumentar su deuda bancaria.

"No nos volveremos locos"

Xavier Sala, el directivo de las chaquetas chillonas, subrayó ayer la política de austeridad que mandará en materia de fichajes en el Barcelona. En declaraciones a Catalunya Ràdio, dijo que el Barça "no se volverá loco" con el gasto en ese apartado, y que hay que respetar la pirámide salarial: "Si hay algún jugador que pide más de lo que le corresponde por su jerarquía, entonces no se le renovará".