"Si llego a marcar aquel gol seguro que no sería tan famoso"

El reportaje | El autor del 'no gol' más famoso de la historia

"Si llego a marcar aquel gol seguro que no sería tan famoso"

"Si llego a marcar aquel gol seguro que no sería tan famoso"

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FOTOS CON LEYENDA. El gol fallado por Cardeñosa en el Mundial de Argentina en 1978 contra Brasil es tan famoso que hasta le dedicaron una canción. Tenía toda la portería para él, pero tardó en prepararse el balón y dio tiempo a que Amaral salvase un gol seguro.

Una canción de Aarón Sáez titulada El gol de Cardeñosa recrea con notable sentido del humor las mejores pifias y desventuras de la Selección española. El gol que falló Julio Salinas ante Italia en el Mundial de Estados Unidos de 1994, el codazo de Tassotti a Luis Enrique, el error de Zubizarreta ante Nigeria... Pero no. El protagonista de la obra es El Flaco (apodado así dada su complexión física). Julio Cardeñosa (Valladolid, 27-10-1949) no puede olvidar la tarde del 7 de junio de 1978. Mar del Plata. España, que llevaba 12 años sin jugar un Mundial, perdió en su reestreno con Austria (1-2). Varapalo. Había que ganar a Brasil para mantener vivas las opciones de meterse en la siguiente fase.

El seleccionador, Ladislao Kubala, introdujo algunos cambios y la imagen del equipo mejoró. Segunda mitad. Minuto 75. La jugada que cambió la vida de nuestro protagonista. "Era una acción por la banda derecha. Uría metió un centro larguísimo. Leal salió a por el balón y no llegó. Carlos Santillana me la bajó con la cabeza al borde del área. Mi primera intención fue golpear la pelota según venía en carrera, pero me botó el balón. Hice un control hacia adelante para asegurar más la pelota. En ese momento ya me fijo en el balón y me doy cuenta de que está Amaral (uno de los dos centrales de Brasil, el otro era Óscar) bajo los palos y salva el gol".

Todo el país estaba paralizado delante del televisor mientras el inolvidable Juan Antonio Fernández Abajo, con voz desgarrada, narraba la secuencia de la jugada. "¡¡Cardeñosaa!!" (saca Amaral), "¡¡Leaal!!" (este segundo remate también tuvo la barrera del zaguero de la canarinha). "¡Amigooos, qué ocasióoon¡". No hubo gol y España, conmocionada". "Ahí terminó la jugada", suspira Cardeñosa 31 años después... y empezó la leyenda.

Frustración

¿Qué se puede pensar en un momento como ese? "Figúrese. Tuve todo el tiempo para pensar. El problema surge porque el campo era nuevo. Había llovido y cuando quería contactar con el interior del pie, el balón me bota y se me va tres o cuatro metros. Cuando levanto la cabeza, Amaral estaba debajo de la portería".

La sensación de desazón cuando el italiano Gonella dio el pitido final era tremenda. ¡España había perdido una ocasión de oro para batir al ogro brasileño 44 años después (3-1 en Italia 1934 fue su último éxito). Pero el mundo se le cayó encima al menudo centrocampista del Betis, ocho veces internacional, cuando el insuficiente triunfo contra Suecia (1-0 gol de Asensi) y el poco interés que se tomó Austria en voltear a la escuadra sudamericana (previsible derrota por 1-0) nos dejaron eliminados a las primeras de cambio. Y todo el mundo se acordó del no gol de Cardeñosa. Hasta hoy: "Me recuerdan la jugada en todo momento. Soy más famoso por no haber marcado ese gol que si lo hubiera metido. Son cosas de la vida. Lo que pasa es que tienen más trascendencia porque estamos hablando de un Mundial. Es más. Aún con esa jugada, si nos hubiéramos clasificado, no habría pasado nada".

La España de Kubala había sellado su pase para la cita argentina un 30 de noviembre de 1977 en un terrible partido jugado en el pequeño Maracaná de Belgrado contra una durísima Yugoslavia. Palos y más palos. Kustudic (que luego fue al Hércules) lesionó a Pirri, que fue sustituido por el barcelonista Olmo, que lo bordó. Rubén Cano marcó el recordado gol del triunfo a pase precisamente de Cardeñosa. "El partido más duro que he jugado en mi vida". ¡Y tan duro! Todavía se recuerda el salvaje botellazo que se estrelló en la cabeza del recordado Juanito.

El papel del Flaco en Argentina fue muy destacado. Y reconocido. "Hicieron un equipo ideal de la primera fase y me eligieron entre los mejores. El problema vino porque, después de estar tantos años sin jugar un Mundial todos pensábamos que la primera fase la íbamos a pasar. El fracaso fue irnos para casa a las primeras de cambio. Daban como favoritos a Brasil y España. No se conocía mucho a Austria y a todos nos sorprendió cuando apareció con una selección poderosa y con muy buenos futbolistas como Krankl (jugó en el Barcelona), Prohaska, Schachner, Jara (jugó en el Valencia) o Pezzey, que era un gran central. ¡Una magnífica selección!".

La Martona

Lugar de funesto recuerdo. Una residencia de verano. Ideal para la vida campestre y ecuestre (era una cuadra de caballos. Literal). Pero indigna de acoger a una Selección de élite. Frío, agua helada mala comida, bichos y escasez de cuartos de baño. ¡Un desastre! "Aquello fue horrible. Estábamos a 40 kilómetros de Buenos Aires. ¡Apenas conocimos la capital! No sé si llegamos a estar un día".

Lejos de los reproches, los compañeros le arroparon. "En el primer partido contra Austria, estaba siendo el mejor y tras el descanso Kubala me sustituyó por Leal. No digo que ésta fuera la causa, pero el equipo dio un bajón considerable. Ellos mismos me dijeron que no entendían las razones del cambio. Tras lo del famoso gol me dieron ánimos y me dijeron que no me preocupara. Dentro de eso, estábamos contentos porque habíamos hecho un gran partido y habíamos sido mejores que Brasil".

El paso de los años no diluyó la trascendencia del no gol. La aumentó. Dos décadas después, Cardeñosa fichó como entrenador del Écija en Segunda B. En la rueda de prensa que daba fe a su puesta de largo le preguntaron... por la jugadita de Argentina. Encogiéndose de hombros se limitó a responder: "¡Hombre por favor!". Poco más que añadir... Je, je, je. Es lo clásico, lo curioso. Cada cuatro años, siempre que hay mundiales, aparece la jugada del gol de Cardeñosa".

30 años después de aquello, el fútbol español por fin ha saboreado las mieles de un éxito muchos años perseguido: campeón de Europa y con un equipo de ensueño y poseedor de talento y futuro. "Lo que este equipo ha conseguido es lo que todos los jugadores que fuimos internacionales hemos tratado de alcanzar por todos los medios: hacer cosas importantes en la Selección. Pero nada. No tenemos sino que fijarnos en la cantidad de años que han pasado sin que ganemos nada, y teniendo equipos bastante importantes. Apenas llegamos a unos cuartos en México o Corea o la Eurocopa de Francia que llegamos a una final. Tampoco habíamos hecho grandes cosas y esto ha sido una satisfacción, primero porque representas a tu país y ganar la Eurocopa es un orgullo, segundo porque nos lo merecimos. Fuimos los mejores".

De los jugadores de la actual Máquina Roja hay uno que le encanta y con el que tiene muchas similitudes futbolísticas. "Mi estilo era el de distribuir juego. Y en ese sentido, con quien más me identifico es con Xavi. Es quien lleva el termómetro de la Selección".

1978 fue un año no especialmente grato para Julio Cardeñosa. El Betis, campeón de Copa en 1977, un equipazo con cinco internacionales, se fue a Segunda. ¡Así es el Betis! Aún así tuvo doble representación en aquel evento Al Flaco Cardeñosa le acompañó el excelente central Antonio Biosca. "Con lo bueno que fue el 77 y el siguiente en cambio... Dentro de la desgracia que supone perder una categoría, dos de aquel equipo fuimos a un Mundial. Si no hubiéramos bajado a Segunda, seguro que habríamos ido más del Betis a la Selección".

Casos similares

Una circunstancia muy parecida a la actual. El Betis, que invirtió 36 millones en fichajes, ha bajado contra pronóstico: "La verdad es que hablamos de dos circunstancias muy similares. También nos pasó en el 2000 con jugadores como Alfonso, Finidi... Este año cuando mejor equipo había y más fácil lo hemos tenido. A nosotros nos costó sangre sudor y lágrimas regresar a Primera. Lo hicimos en el último partido" (2-1 al Granada). Pero volvemos a Argentina 78. Las crónicas de la época cuentan que Ladislao Kubala, seleccionador, responsabilizó a Pirri, que era el capitán, de la derrota contra Austria. No volvió a jugar más. "A mí me había quitado en el descanso y salió Leal por mí. La segunda parte fue un desastre. Pero insisto. No porque me cambiara a mí. La primera parte fue buena y a mí hasta no me pitaron un penalti. También nos anularon un gol. Una falta que saqué y Santillana cabeceó a la red. Más o menos estábamos ahí. En la segunda parte yo no sé qué nos pasó. Miguel Ángel estuvo sensacional". Brasil no eran cuatro amiguetes: "Zico, Dirceu, Rivelinho (contra España no jugó), Nelinho, Edinho...".

En aquellos años gobernaba el país con mano de hierro el general Videla. Siempre se dijo que Argentina tenía que ganar por lo civil o por lo criminal: "Pero nosotros eso no lo vivimos. ¡Estábamos encerrados en La Martona perdidos de la mano de Dios! Argentina creo que ganó con justicia porque tenía un gran equipo. Se lo ganó en el campo, a excepción del partido contra Perú (ganó por 6-0 y se llegó a asegurar que hubo apaño). Contra Holanda tuvieron la final casi perdida con un palo de Resenbrink en el último minuto".