Joan Laporta está de viaje, casualmente. 'Willie Fog' le llaman en el club. Antes de partir hacia Nueva York, donde hará balance del acuerdo con UNICEF, presumió de que no está nervioso por la llegada de Kaká al Madrid y la política de fichajes de Florentino.

Para Laporta, pagar cerca de 67 millones de euros por un jugador tiene una doble lectura, pero aseguró que está "tri-tranquilo", un tranquilo por cada título que ha ganado su equipo esta temporada.

"Nosotros tenemos la oportunidad de intentar demostrar que el mercado se encuentra a otros niveles y que pagar estas cantidades es desorbitado, no se ajusta a la realidad y es arriesgado: lo distorsiona. Sólo debemos hacer retoques", afirmó para adornarse después en Antena 3 con esta perla: "Que los jugadores de gran nivel (se refirió a Messi) piensen en el Barça como una referencia o como una aspiración, creo que es de agradecer".

Las 'gargantas profundas' barcelonistas comentan, sin embargo, que Laporta sí está preocupado y lo resumen en esta frase: "Florentino no es Calderón, el Madrid será mucho más rival en adelante".

Por su parte, Berlusconi culpó de que el resultado obtenido por su partido en las europeas fuera inferior al esperado, al escándalo surgido por su amistad con la joven Noemí Letizia, a su esposa, Verónica Lario, e incluso a la marcha de Kaká al Madrid. "El anuncio de su fichaje por el Real comportó una fuga de votos de seguidores milanistas" manifestó. Berlusconi le pidió a Florentino que retrasara el OK con el brasileño a después de los comicios del 7-J. Además, los tifosi del Milán han expresado en foros de internet su rabia por la venta del crack.­