Iago Aspas pone fin al calvario

celta-alavés la permanencia ya es matemática

Iago Aspas pone fin al calvario

Iago Aspas pone fin al calvario

Tuvo que salir el canterano para desatascar al Celta, marcar dos goles y dar la salvación

Lo merecía. Iago Aspas pasará a la historia como el futbolista que salvó al Celta en su temporada más patética. El canterano debutaba en Balaídos y en media hora demostró tener más fútbol en sus botas que otras supuestas estrellitas en cuarenta partidos. Dijo de Iago el defenestrado Chuti Molina (ex director de la cantera) que si fuera argentino valdría 15 millones de euros. Obviamente, se pasó algún pueblo. Pero se puede afirmar, sin exagerar demasiado, que vale bastante más que quince futbolistas de la primera plantilla del Celta juntos.

Y menos mal que apareció Iago para aliarse con Dani Abalo, porque los 60 primeros minutos de partido fueron claramente del Alavés. Al Celta le mantuvo vivo en ese tiempo un monumental Falcón. El gaditano, injustamente discutido, sacó una pierna prodigiosa para despejar un remate a bocajarro de Almirón y una mano magnífica para desviar un tiro de Javi Guerra en excelente posición.

El Celta andaba a la deriva, pero Eusebio dio entrada a Aspas y el partido pegó un giro de 180 grados. El futbolista del Celta B tuvo dos ocasiones muy claras nada más salir, en ambas se encontró con un inspirado Bernardo. Pero a la tercera fue la vencida. Un centro de Dani Abalo lo cabeceaba el de Moaña a la red. Delirio del impetuoso centrocampista y de los 24.000 celtistas que poblaban las gradas de Balaídos.

Al borde del infarto.

Aún había tiempo para más. Este Celta, por desgracia, es una auténtica ONG en defensa y, con el Alavés completamente fundido, permitieron a los dos más frescos hacer a su antojo. Centró De Marcos y Juanjo remató de tacón ante la pasividad de Jordi y Noguerol. Un golpe brutal. Y pudo ser peor, porque poco después el balón volvió a rondar la portería celeste.

Pero era la noche de Iago. Era injustísimo que se la pudieran eclipsar. Por eso, en el último suspiro recogió un despeje de Bernardo para empujar a puerta vacía la salvación. De una patada expulsó los miedos y entró por la puerta grande en la historia del Celta.

Eusebio Sacristán "Le doy las gracias a Iago"

Pudo haber llegado la salvación de una manera más tranquila, pero en los meses que llevo aquí ha sido siempre así. Sufrimos mucho, pero por lo menos esta vez salió bien para nosotros. Es el premio al trabajo, la confianza y la fe de jugadores y directiva. Me alegro por todo el mundo, porque el Celta merecía este premio. Seguro que hicimos cosas mal, que tendremos que ir corrigiendo, pero esto puede ser un punto de inflexión para el futuro de este club. Quiero acordarme de Pepe Murcia, porque también gracias a su trabajo estamos ahora aquí. Iago Aspas tiene un futuro grandísimo y un desparpajo enorme. Quiero darle las gracias por sus goles y la enhorabuena". -C. G.

Javi López "Este partido fue nuestro"

Creo que jugamos como quisimos hasta el primer gol. El partido fue nuestro, lo tuvimos donde quisimos y fuimos los que dispusimos de las ocasiones. Pudimos ponernos por delante en el marcador cuatro o cinco veces. El 1-0 nos desestabilizó un poco, buscamos cosas con más corazón que cabeza y eso nos provocó alguna contra peligrosa. Después del empate tuvimos el 1-2, pero, en definitiva, la victoria se la llevó el Celta. El partido al final fue a la heroica. Llegamos al partido con ilusión y con posibilidades, pero en estas dinámicas también influye la suerte. La permanencia está difícil, mucho más complicada que antes, pero hay un hilo de esperanza".

Les restan dos duelos plácidos

El Celta tiene por delante ahora hasta el final de temporada dos encuentros intrascendentes. El próximo fin de semana (aún no hay horario) visitarán al descendido Sevilla Atlético y cerrarán la Liga el 20 o 21 de junio ante el Xerez, que puede ascender a Primera esta misma tarde.eusebio

javi lópez

Balaídos no se llenó, pero hubo 24.000 seguidores en la grada

Balaídos no llegó a llenarse en la tarde de ayer, pero sí lució la mejor entrada de los últimos dos años. Más de 24.000 aficionados se acercaron al coliseo celeste, incluido un millar de seguidores del Alavés, que terminaron desolados. La afición del Celta respondió, acompañó a los jugadores a su llegada al estadio y jugó un papel fundamental.