La tragedia de Múnich frenó a los Busby babes
El 6 de febrero de 1958 el Manchester United volvía de jugar un partido contra el Estrella Roja cuando el avión se estrelló en una escala que hizo en Múnich.

El 6 de febrero de 1958 quedará para siempre como una de las fechas más trágicas en la historia del fútbol mundial, la peor en la del Manchester United. El equipo volvía de un partido ante el Estrella Roja en Belgrado con escala en Múnich cuando sucedió lo peor, lo inevitable. Para entonces el Manchester ya se había encaramado a lo más alto del fútbol inglés. Con altibajos y escándalos. El descenso a Segunda en 1922 o la demostración de que un Manchester-Liverpool en 1915 estaba amañado. Cuatro futbolistas fueron apartados, Enoch West incluso de por vida. Y desastres, como los 12 primeros partidos perdidos en 1931 con 115 goles encajados, lo que supuso el abandono del público y el impago a los jugadores. Otra vez en quiebra y en Segunda.
Fue entonces cuando apareció James Gibson, otro ricachón clave en la historia del club. Puso de su bolsillo 2.000 libras, cobró todo el mundo y además firmó a Scott Duncan, su primer gran técnico. Del riesgo de un descenso a Tercera al despegue, ahora sí por fin. Antes de la guerra llegaron el delantero irlandés Johnny Carey y Jack Rowley, jugadores que le dieron al equipo un salto cualitativo. Y entonces se nubló todo. Old Trafford fue bombardeado y destrozado por la Luftwaffe alemana en la II Guerra Mundial.
Luego el United tuvo que jugar en Maine Road hasta 1949, años después de la llegada de uno de los principales mitos del equipo, Sir Matt Busby. En realidad Busby había desembarcado en el club en 1945, aunque el primer título de Liga no llegaría hasta 1952, poco después de haberle ganado la Copa inglesa al Blackpool de Sir Stanley Matthews. Ya con nombres importantes como el capitán y líder Johnny Carey, Henry Cockburn, Stan Pearson, Johnny Morris o John Ashton. Pero el equipo se iría armando con la llegada de Roger Byrne, el delantero centro Tommy Taylor o Duncan Edwards, surgido de los juveniles como un cohete. También entre los más jóvenes aparecen Billy Whelan, David Pegg o el gran Bobby Charlton. Es el inicio de los famosos Busby babes, que arrasan en 1956 con un título de liga con once puntos de ventaja sobre el Blackpool. Una media de edad de solo 23 años para un equipo que alcanza las semifinales de la Copa de Europa para caer ante el gran Real Madrid de la época.
La temporada siguiente sería el Milán el verdugo y un año más tarde el cruel destino: en Múnich, el equipo volvía de Belgrado cuando el avión se precipita al suelo. Mueren en el acto siete jugadores, poco después lo haría Duncan Edwards. Sir Matt Busby gana el duelo de su vida tras largas semanas en un hospital, pero ya nada volvería a ser lo mismo. Aunque el Manchester United iba a seguir engordando su leyenda.