Ustedes que son dos estandartes rojiblancos y que tantas veces han compartido el calor de la afición rojiblanca, ¿qué mensaje le mandan ahora a los seguidores del Atlético antes del próximo partido en casa?

Adelardo: A la afición no hay que mandarle ningún tipo de mensaje, el mensaje es para el equipo, hay que darlo todo, vaciarse en el campo por esta camiseta para que la gente vea que, de verdad, hay ganas de acabar cuartos. Que estén tranquilos, la gente va a estar con ellos.

Collar: Es cierto, conocemos a nuestra afición, y ella quiere siempre lo mejor para el equipo, pero es el futbolista el que tiene que contagiarla con su juego y con su entrega.

¿Vivieron ustedes alguna tarde como la que tuvieron que soportar los jugadores en el partido frente al Sporting?

Collar: Miren, las cosas han cambiado mucho en el fútbol durante los últimos tiempos. Antes salíamos a los partidos fuera de casa con solo una preocupación: jugar bien y ganar. Si no lo hacías, ya sabías lo que te esperaba cuando volvieras a tu campo.

Adelardo: Había pitos seguro, desde que salías al campo, por eso salíamos con fuerza para intentar cambiarlo pronto. Además, ahora no se puede quejar nadie. La gente corea los nombres de los jugadores ya cuando cantan las alineaciones... Antes había que luchar como fuera para dejar de escuchar esos pitos y es ahí cuando se manifiesta la fuerza de un vestuario. La comunión con tu gente llegaba a fuerza de comerte al contrario.

Acabar en cuarta posición no es en este momento tan complicado como parecía ponerse hace un par de jornadas. ¿Ustedes confían?

Adelardo: Esta Liga está loca y el Atlético es el claro ejemplo porque ha dejado escapar puntos ante rivales, en teoría, débiles. Si el equipo se asienta en estos cuatro partidos que faltan el objetivo se cumplirá.

Collar: El cuarto puesto está al alcance de la mano sólo hace falta un ánimo constante para conseguirlo.

¿Creen que el equipo miró su calendario y el de los rivales y se confió?

Adelardo: No creo que haya sido ese tipo de relajación, si no más bien, la de sentirse superiores sobre rivales más débiles.

En su época cuando llegaban momentos difíciles calientes, ¿quién tiraba del carro en el vestuario?

Adelardo: En general se creaba un ambiente en la caseta que contagiaba a todos los jugadores. Pero a título personal Enrique (Collar), que era el capitán, o Griffa, con ese genio que tenía, hacían que los demás se fijasen y se impregnaran de ese sentimiento.

¿Falta alma en este Atlético?

Collar: No es tanto eso. A nosotros nos llegó a eliminar un Baskonia que estaba en Tercera División. Pero no es normal que a un Atlético le hagan 5 goles en Santander, el Racing te puede ganar porque en esta Liga cualquiera te complica, y más si no tienes tu noche, pero no así.

Quizá, a lo mejor, sea que falta identidad. Ahora hay muchos futbolistas que vienen de fuera y que no conocen exactamente lo que pesa esta camiseta.

Adelardo: Es cierto que ahora hay más extranjeros y que es más difícil adaptarse. Tiene que ser difícil cuando vienes de fuera, pero nosotros tratábamos de acogerlos.

Collar: Sí, en nuestra época había menos extranjeros, pero nosotros nos encargábamos de que no se sintieran fuera de lugar, que se sintieran identificados con el grupo.

A propósito de tirar del carro, Forlán se ha echado el equipo a su espalda. ¿Con qué jugador de su época lo identificarían?

Adelardo: Forlán podría ser nuestro Peiró. Joaquín era un jugador omnipresente, no paraba, arriba y abajo todo el partido. Forlán se multiplica también, lucha hasta el final.

Es una de las razones para creer en la cuarta plaza

Collar: Hay que luchar hasta el final para conseguirla, ése ha sido el sino siempre de este club. A menudo hemos conseguido cosas, algunas inesperadas, en el último momento, con sufrimiento. Recuerdo la Liga del 73 con aquel agónico último partido ante el Deportivo. Pacheco paró un penalti y al final terminamos ganando 3-1 aquel partido con goles de Luis, Adelardo y Gárate. Así ganó el club su séptima Liga. Y la historia está plagada de este tipo de cosas con el Atlético de por medio. Sufrir para vencer, eso es el Atlético.

¿Entonces no tienen por qué preocuparse los jugadores?

Adelardo: La afición sabe perfectamente qué le transmite el equipo. En cuanto vea que los jugadores lo están dando todo, va a estar con ellos.

En los últimos días se ha respirado entre la plantilla cierto miedo a la reacción del público. Lo que pasó ante el Sporting...

Collar: Sí, es cierto que puede pesar, pero a la afición también hay que comprenderla.

¿Recuerdan alguna vez en que, siendo jugadores, la afición les hubiese ayudado a conseguir un resultado o a ganar un partido? Un momento que les dejara marcados...

Adelardo: Un partido frente al Zaragoza en el Metropolitano. Lo jugamos muchos minutos con 10 por expulsión de Peiró, que era un peso pesado en el equipo, y con el apoyo de la gente lo acabamos ganando. Fue una locura, la afición no paró de darnos ánimos y vio que nosotros nos vaciamos.

¿Habrá que ponerse la camiseta del Madrid el sábado?

Collar: Ahora mismo hay que darles fuerzas porque su victoria nos ayudaría, aunque yo no pensaría en los demás. El Atlético debe pensar en ganar los cuatro partidos que quedan y si lo hace será cuarto. El Madrid es el Madrid y, por su filosofía y el peso de su camiseta, saldrá a ganar lo que le queda.

Adelardo: El Madrid no puede salir a un campo a especular. Irán a Valencia a por todas.

¿Cómo valoran la trayectoria de Abel desde que se hiciera cargo del equipo? ¿Creen que debe continuar haya Champions o no?

Collar: Es un técnico de la nueva hornada y está haciendo un gran trabajo, pero los resultados son los que dictan sentencia sobre el trabajo de los entrenadores.

Adelardo: Ojalá se siga confiando en él. Conoce bien el club y es cierto que está empezando, pero tiene personalidad como para llegar a ser un gran entrenador.

El Atlético ahora lucha por ser cuarto y en sus tiempos eran la alternativa de poder a Barcelona y Madrid...

Collar: Antes nuestra aspiración era meternos entre los tres primeros. Era nuestro sitio. Algunas veces por delante del Madrid, otras por delante del Barça y alguna por delante de ambos. Ahora los presupuestos mandan, pero el Atlético tiene que luchar para recuperar el terreno perdido.