En aquel Mundial Sub-20 de Nigeria nació un estilo, el que marca Xavi y que años después ha triunfado en la Eurocopa", confiesa Iñaki Sáez, técnico del equipo español entonces. Razones para pensar en ello no faltan. Además del centrocampista del Barça, otros dos jugadores, Marchena y Casillas, han triunfado en la Eurocopa después de hacerlo en Nigeria como juveniles. "Llevamos a Iker porque teníamos dudas en la portería. Era el más joven a sus 17 años. Pero actuó bien ante Honduras en la primera fase y le di el premio de jugar los cuartos ante Ghana. Necesitaba un portero rápido y bueno en el mano a mano. Y él lo era. Luego, en los penaltis, fue el héroe".

Xavi, Marchena y Casillas son la bandera exitosa de aquella generación, pero el resto también ha peleado por tener una digna carrera profesional. Así, 16 de los 18 que viajaron a Nigeria han jugado en Primera y seis de ellos han sido internacionales. En casos como los de Jusué, Bermudo, Coira o Álex, mantenerse en la élite les resultó imposible.

Odisea.

Sáez, que perdió a su madre durante aquellos días, recuerda que soportaron condiciones infrahumanas: "No regresé a España porque antes de viajar ya me había despedido de ella, pues estaba muy enferma. Al principio estuvimos en la zona más pobre y no nos dejaban salir del hotel. Llevamos comida, pero al llegar a octavos se nos acabó y sobrevivimos a base de lasaña, langostinos y piña, muy típicos en el país. Había lagartos en las habitaciones y hasta una tormenta tremenda nos impidió entrenar el día previo a la final. Aún así guardamos un gran recuerdo".