Lucas Alcaraz se indignó en la banda y luego en la sala de prensa. Sus jugadores lo hicieron sobre el campo comiéndose al asistente y a González Vázquez porque, cuando uno se está jugando la vida, caer derrotado por un gol muy dudoso (las imágenes no lo aclaran pero parece que el tanto de Cani no entra) es muy doloroso. Más, si el tanto del empate también ofrece dudas en su nacimiento, por posible fuera de juego de Joseba Llorente, aunque no en su finalización pues fue una pequeña obra de arte, al igual que el gol de Cani, magnífico en su concepción. Pero el Recre no está para concesiones al arte porque se ve camino de Segunda. Ahora empieza su Liga finalizado el 'Tourmalet' sin puntuar, una etapa reina que le llega en breve al Submarino, que tendrá que enlazar varias machadas y mejorar lo mostrado anoche para repetir presencia en la máxima competición continental.
Pellegrini buscó más llegada con un mediapunta y dos arietes, pero cuando la idea aún era una nebulosa, Camuñas ya había marcado aprovechando una indecisión de Gonzalo, que no está a su mejor nivel. Los onubenses volvían a adelantarse, como en Bilbao, en Mestalla y en Getafe, pero en ninguno de esos precedentes le sirvió para ganar y ayer no fue menos. Como Pellegrini, también Alcaraz había movido sus piezas para intentar sorprender y terminar con la sequía anotadora. Lucas sorprendió dando entrada a sus dos argentinos, Marco Ruben y Maidana, pero el mejor volvió a ser Camuñas, un dolor de cabeza para la zaga amarilla durante todo el encuentro. Ruben ofreció pelea pero sólo un remate, mientras que Maidana sólo apareció para dar pinceladas de calidad. Ambos se quedaron en el vestuario al descanso.
Antes, el Submarino escuchó pitos de su grada, pues durante 40 minutos estuvo espeso y fallón, cayendo en la trampa de la medular en la que el Recre tenía una superioridad numérica que permitía a Riesgo vivir muy cómodo. Así hasta que en la recta final los andaluces se estiraron, llevaron su presión más arriba con el riesgo de adelantar la defensa. Con la zaga arriba, Llorente se plantó solo ante el meta visitante, arrancando sospechosamente en solitario. Después, Joseba hizo un golazo, picando el balón por el único hueco que existía. Empate polémico para el Decano y balsámico para el Submarino, que se compensó cuando Bruno entró en el pivote por el desaparecido, una vez más y es una lástima, Matías Fernández.
Tampoco era la noche de Rossi, cuyo bajón es el principal problema de los amarillos. El italiano no levanta cabeza y también fue sustituido al descanso, aunque su recambio fue un Nihat que aún no ha marcado en lo que va de año. El turco la tuvo, en un envenenado lanzamiento de falta que el colegiado anuló por un posible fuera de juego que no fue. ¿Por qué? Pues tuvo toda la pinta de intentar compensar sus dudas anteriores.
Gol fantasma.
Y esas dudas en González Vázquez nacieron en el minuto 67, cuando tras un jugadón de Cani concedió gol, el 2-1, pese a que Lamas sacó su remate posiblemente antes de que entrase todo el esférico. Sin duda, la acción era complicada de ver y eso indignó al Recre que tenía claro que el balón no había entrado. Pero el asistente sí dijo haberlo visto, pese a tener a Morris tapándole y validó el tanto de la discordia, que devolvió al Villarreal a la lucha por entrar en Champions.
Antes, Colunga se había lesionado nada más entrar, echando por tierra el 'Plan B' de Alcaraz y Javi Fuego había errado un cabezazo increíble que tenía toda la pinta de gol del Recre. Pero por algo los onubenses están abajo y son el equipo menos goleador, porque llegan poco y, cuando lo hacen, no lo aprovechan. No es que el Submarino llegase mucho más, sólo el tanto anulado a Nihat que debió subir al marcador y un par de contras cuando los blanquiazules ya estaban alborotados con el central Lamas de ariete. Para terminar de indignar al Decano, Gonzalo tocó en su área el balón con la mano en el 91', pero González Vázquez se alió en la victoria amarilla y no lo vio.
