La Federación Rumana de Fútbol (FRF) ha sancionado al Dinamo de Bucarest con jugar un partido a puerta cerrada por las pancartas y expresiones racistas de sus aficionados hacia los gitanos en el derbi de cuartos de final de Copa contra el Rapid de Bucarest de la semana pasada.

El Dinamo deberá pagará pagar además una multa de unos 15.000 euros por el comportamiento de sus seguidores en el partido que le calificó para las semifinales de Copa (4-2), disputado en campo neutral.

Los seguidores dinamovistas, conocidos como los "perros", desplegaron pancartas ofensivas contra la minoría gitana, que en Rumanía se identifica con el Rapid de Bucarest.

Leyendas como "De nuevo en el estadio huele a esencia de gitano" o "No todos los gitanos son rapidistas, pero todos los rapidistas son gitanos" pudieron leerse en las tribunas ocupadas por la afición del Dinamo.

De la zona pudieron escucharse cánticos de celebración del exterminio de gitanos llevado a cabo por el general Antonescu, dictador fascista rumano en la década de 1940.