Robben y Lass vuelven ante un sólido Valladolid

Liga BBVA | Real Madrid - Valladolid

Robben y Lass vuelven ante un sólido Valladolid

Robben y Lass vuelven ante un sólido Valladolid

PEPE ANDRÉS

Torres, por Ramos. El visitante se crece ante los grandes

Al Madrid le precede su hoja de servicios: trece victorias y un empate en los últimos catorce partidos. El dato es tan concluyente y se acompaña de tantas referencias históricas que sirve para zanjar cualquier discusión. A quien diga que el juego es plomizo se le argumentará la seguridad defensiva: el Madrid no encajaba cinco goles en catorce partidos desde la temporada 60-61, con Vicente El Grapas de portero. A quien sugiera escasez (once de los 21 triunfos se han logrado por un gol de diferencia) se le responderá abundancia: el Madrid sería líder en 44 de las 58 Ligas que se han jugado en Primera con 30 o más jornadas. Y ante semejante documentación nada se puede oponer sin parecer subversivo.

Habrá que aceptar que el Madrid se ha acostumbrado a vivir en el filo, igual que otros habitan felizmente sobre la falla de San Andrés o en las faldas del volcán Popocatepetl. Es una cuestión de confi anza. No hay miedo porque no existe una percepción real del peligro, sólo teórica. Las balas siempre alcanzan a los demás. Sucede desde hace dos temporadas y es la impronta de Capello, su táctica: el primer gol lo marca el talento y el último la fe.

Superadas catorce pruebas, el Madrid se enfrenta hoy al Valladolid, que es uno de los cinco equipos que le han vencido esta temporada (los otros: Deportivo, Barcelona, Sevilla y Getafe). Ese triunfo debería servir de advertencia, si bien cuesta imaginar cómo podría perder el dueño del Bernabéu, que acumula doce victorias en casa. La experiencia sitúa las opciones visitantes en una defensa de hormigón, en una moral de cadete y en un gol en el último minuto, mejor si son dos.

El equipo. Juande recupera para el partido a Robben y Lass, ausentes en Málaga. Seguirá siendo baja Marcelo, todavía víctima del virus FIFA, y se lo perderá por sanción Sergio Ramos, que será sustituido por Miguel Torres. Con Gago o Sneijder como única duda, el equipo resultante prescinde de la armonía (la banda derecha queda despoblada) para acumular atacantes: Robben (6 goles), Raúl (14), Higuaín (16) y Huntelaar (8). Al margen de Parejo y Codina, bajas por razones físicas, se quedan fuera de convocatoria Javi García, Saviola y Faubert, que podría escribir una novela sobre las experiencias de un paseante en la capital.

El Valladolid, por su parte, se presenta después de perder contra el Barcelona (0-1) y el Sevilla (4-1). Permanece, no obstante, a cuatro puntos de la UEFA, y ha cimentado su solidez ante los gallitos del campeonato: de sus doce victorias, siete las ha conseguido frente a equipos de las ocho primeras posiciones. Sólo el Barça ha salido con donaire del doble enfrentamiento.

Que se trata de un equipo trabajado lo prueba el hecho de que el Valladolid ha marcado 14 tantos de estrategia, récord en el torneo. La puntería también se demuestra con números: 42 goles, el mejor registro del equipo en 23 años. Y hay más: si gana en el Bernabéu será el mejor Valladolid desde que lo entrenó Cantatore en la temporada 96-97.

La principal novedad en el equipo de Mendilibar será Escudero, que entrará por Sesma. Del resto de la alineación destacan Asenjo, discípulo de Casillas, la fi nura del joven Pedro León y la calidad de Canobbio, fundamental en las acciones de ataque. También apetece ver al ex madridista Borja, cuya infl uencia suele disminuir en presencia del Madrid.

Goleadas. Para quien tenga memoria, las dos últimas visitas del Valladolid exigen venganza o confeti, según: 7-2 en 2003 y 7-0 en 2008. En ese último antecedente Mendilibar ya era entrenador y el Madrid, cosas veredes, goleó al contraataque. Aquella tarde el Valladolid salió a por el partido y acabó vapuleado. "Si volviera a jugarlo, tampoco me cerraría", aseguró entonces Mendilibar.

Hoy será otra historia. El Valladolid acumula experiencia y el Madrid victorias, confi anza, el aura de los que se sienten protagonistas y saben que sin ellos no hay película, ni volcán, ni terremoto.