Mientras el equipo apura sus últimas horas en la estadía de Navata, y el tiempo apremia en la Liga porque se van consumiendo sin éxito las jornadas, los futbolistas hacen lo propio. Es decir, cada cual ofrece su punto de vista, suma su granito de arena en lo que él cree será necesario para lograr la tan ansiada permanencia. Ayer fue el turno de Luis García, que sorprendió con una visión diferente a la de la mayoría del vestuario. El resumen es que prefiere que el Espanyol pase desapercibido, pues así tendrá más opciones de salvarse.
"Ojalá nos den por muertos. Porque cuando al león lo das por muerto te muerde y te gana la batalla", lanzó el asturiano. "El Espanyol no va a estar muerto nunca, porque tiene un entrenador y unos futbolistas que creen en sus posibilidades, además de la afición y la institución, que nos van a ayudar a seguir muy vivos", desgranó acto seguido, en una proclama de unidad que se antoja vital en los tiempos que corren. Así pues, los pericos se pretenden transformar en leones en las diez fechas próximas: sólo así sumarán los al menos 20 puntos que hacen falta para certificar el objetivo. Leones que caminan con sigilo, lo que evoca a la semifinal de Copa del Rey entre el Athletic y el Sevilla, donde José María del Nido precisamente criticó a los vascos, despertando asi su fiera interior.
Pero los argumentos de Luis no se detienen en esa reveladora comparación. El delantero ve claras las opciones, pues "el fútbol está siendo especialmente injusto con nosotros, ya que ningún equipo ha sido superior y en el Tourmalet pudimos ganar todos los partidos". "Pero los resultados no llegan, y de ahí la impotencia. Aunque no bajaremos los brazos, porque en cualquier momento puede girarse la tortilla", vaticinó. Y "no es razonable", sin ir más lejos, que el Espanyol sea el conjunto menos realizador de Primera, "porque aquí hay jugadores que han marcado muchos goles durante muchas temporadas. Pero a nadie le sale todo bien en su trabajo, porque entonces no habría jamás ningún problema".
Esa especie de infortunio goleador explicaría también el propio desengaño anotador de Luis, que se prolonga desde octubre. "Aunque a un delantero le hace falta marcar, no estoy obsesionado. Si Dios quiere algún día llegarán esos goles que necesitamos tanto el equipo como yo", expresó a modo de resumen.
'Impossible is nothing'.
Finalmente, éste podría ser uno de los lemas del asturiano, pues aseveró que "en fútbol no hay absolutamente nada imposible. Vienen dos partidos fundamentales, como lo serán todos los que quedan. Si los ganamos tendremos un plus, nos meteremos en la pelea porque los rivales también tienen que jugar contra los de arriba", recordó.
Y, para creer en el milagro, puso otro ejemplo, esta vez no tan felino y sí futbolístico: "No hay nada más raro que lo del Bayern, que perdió una final de la Champions con dos goles en dos minutos...".
