¿Se acuerda de aquellos partidos?

Claro. Tuvimos muy mala suerte, porque había una gran selección y merecimos haber pasado la eliminatoria, pero se decidió por un método que no nos gustó, con un niño con los ojos vendados que sacó una papeleta con el nombre de Turquía. Fue la forma de desempatar para ir al Mundial de Suiza.

El primer partido fue más fácil.

Ganamos en casa y yo jugué de defensa central, con Segarra y Lesmes. Los otros dos lo hice de defensa izquierdo. En Madrid ganamos bien. Aunque nos empataron en el primer tiempo, tras el descanso jugamos muy bien y conseguimos una victoria cómoda.

El más complicado fue el de Estambul.

Fue el partido más duro de la historia, porque los turcos salieron a ganar por religión. El árbitro tenía que haber expulsado a los once de Turquía y a mí, porque no me contuve y acabé dando tanta leña como ellos.

¿Fue para tanto?

Sí. En cada saque de esquina entraban a dar unos cabezazos terribles al que pillasen. Y el árbitro no les pitaba nada.

¿Le dijeron algo?

No. Sólo al regresar, la afición me aplaudió mucho, porque sabía que había dado la cara y me enfrenté a ellos. Aquella época no era como ahora porque no había televisión. Hubiera tenido más trascendencia.

¿Recuerda a alguno de los jugadores turcos que tuvo enfrente?

No, porque todos tenían unos nombres muy raros. Sólo al portero, que era Turgay.

¿Y en Roma?

Ya jugaron algo más al fútbol y no dieron tantas patadas. Nosotros tuvimos varios lesionados, de lo que nos dieron en el partido de Estambul. Venancio, Alsúa y Manchón no pudieron jugar el partido de desempate. Tuvieron que venir Escudero, Gonzalvo, que estaba en el Barcelona, y Gainza. Tengo todas las crónicas en casa, encuadernadas. Merecimos ganar, pero no pudo ser. Nos anularon un gol a Escudero que fue clave.

Y se quedaron sin Kubala.

Fue algo incomprensible. Kubala estaba en la caseta ya vestido y llegó una orden de la FIFA para que no fuera alineado. Para nosotros fue una baja importante. Lo extraño es que el telegrama llegó cuando estábamos casi apunto para salir al campo. Perdimos una gran ocasión para haber ido al Mundial, porque fuimos mejores, pero hubo cosas raras.

¿A qué cosas raras se refiere?

Lo del niño con los ojos vendados para decidir la eliminatoria, en el partido de Estambul se les consintió todo...

¿Y cómo ve a esta España en sus próximos partidos ante Turquía?

La veo fenomenal. Es un equipo muy equilibrado, con grandes jugadores. Repiten el mismo escenario que nosotros en el primer partido, el Bernabéu, donde nosotros ganamos 4-1. Yo creo que en Madrid van a tener problemas. Pero en Estambul la cosa cambia. Los turcos son gente con garra y su público es muy apasionado. Les puede costar más pero, por muy duro que se presente el partido, nunca será como aquel partido nuestro en Estambul de 1954.