Pasaba de la hora y el Espanyol se durmió. U Osasuna estuvo más listo. Fue un gol con repetición. Una falta a la derecha del ataque rojillo la sacó primero y mal Masoud. Tan cortito que la bola le llegó franca a Nené que se embolicó y acabó tropezando con su rival. Juró y perjuró que no le hizo falta, pero se la pitaron. Entonces la botó Puñal, alma y sangre de Osasuna, y lo hizo perfecto. Pasadita, rebasando a la sorprendida zaga de Kameni y a Iván Alonso que acudió a echar una mano. Entonces apareció Nekounam, máximo goleador de los navarros libre de marca. Cabeceó picado, imposible para el portero. El Reyno estalló en pura locura. El empate no le valía a su equipo y poco al Espanyol. Pero ese gol y esos tres puntos le pueden dar la vida.

La que se le está escapando a los pericos, condenados a ganar e incapaces de hacerlo. Ayer tenía un punto en el zurrón, menos da una piedra. Pero ni eso supieron amarrar en una jugada que requería atención... y no la tuvo. En ataque apenas existió. Roberto intervino muy de vez en cuando. Kameni, en cambio, fue el mejor de su equipo. Vamos, que atacó más Osasuna. No le dio para ganar durante los primeros 92 minutos de juego, pero sí después cuando el 0-0 era una condena para todos.

Muy espeso.

El partido tuvo ese tono. Fue espeso porque cuando sólo puedes ganar se acostumbran a nublar las ideas. Las piernas te van, que ni el equipo de Pochettino pareció un colista deshauciado ni Osasuna tan mediocre como para estar como está. Faltó fútbol por ambas partes, claro. Si lo tuvieran otro gallo les cantaría. El envite fue pura pelea, escaso arte, nervios para dar y tomar, una sensación de que la cosa acababa con un ganador por la mínima o en empate sin goles. Osasuna tuvo el mayor peso que le exigía su condición de local ante un Espanyol que nunca dio sensación de verdadero y continuado peligro. Fue el partido esperado entre dos viejos conocidos con el agua al cuello. Ganó Camacho cuando quizá ni él lo esperaba y se acerca a la permanencia al tiempo que para el Espanyol se va convirtiendo ya en un milagro.

Lágrimas en la grada perica

El final del partido vivió la cara más amarga del fútbol: la afición españolista abandonó el estadio entre lágrimas consciente de que tras esta derrota la permanencia de su equipo se complica desesperadamente. Varios aficionados locales trataron de consolarles sin éxito.

Pochettino "Esto es un palo muy duro"

Esta derrota es un palo muy duro. Básicamente porque el Espanyol fue superior a Osasuna. El equipo fue a por el partido desde el primer minuto y creo que estuvimos por encima de ellos. Si hay un conjunto que propuso fútbol durante el partido fue el Espanyol. Me sabe muy mal la derrota y nos vamos con una gran frustración después del esfuerzo que hicimos. Esto no se ha acabado, hay posibilidades matemáticas. Nadie va a bajar los brazos". -U. M. Z.

Camacho "El público fue el que mejor jugó"

El que mejor jugó fue el público. Nos hizo apretar, correr y creer que podíamos ganar. Estos triunfos al final del partido son de los buenos, porque no hay tiempo para reaccionar. Me duele ver así al Espanyol puesto que la familia españolista es amiga mía, pero hay que aceptar al fútbol como es. Con una racha de tres victorias aún pueden coger a cualquiera. La primera parte no me gustó, pero la segunda parte fue bastante aceptable". -U. M. Zúñiga