Cuando esa muchedumbre comience a cantar hasta hacer temblar los cimientos del estadio será bueno saber que hablan de alondras y amaneceres: "...no tengas miedo de la oscuridad porque detrás de la tormenta está el cielo dorado y el dulce canto de una alondra... Nunca caminarás solo...".
Cuando el Real Madrid salte al campo deberá tener presente que su leyenda dobla la del Liverpool. Eso, lo primero. Temen ellos, aunque canten. Rugen, gritan y envolverán el estadio con un aliento de fuego y cebada, pero el mito no les pertenece. Ignoro cuánto pesa el prestigio, pero yo me plancharía bien la camiseta y me graparía el escudo al esternón. No digo ser orgullosos, es más. Digo ser arrogantes, ser nueve Copas.
Luego, si quiere, que pase el dibujo. El Madrid con los mismos que salieron en la ida. El Liverpool con Gerrard. Y Benítez y Juande, me temo, tentados a prescindir de la primera parte y aplazarlo todo a los últimos minutos, como en el Bernabéu. Que les gane la suerte pero que no les venza el colega. Que el destino decida este duelo. Es un escenario probable y temible porque con ese planteamiento conservador el Madrid se resigna a una prórroga, a otra guerra.
No volverse locos, recomiendan las cabezas pensantes, pero mejor sería enloquecer, salir a marcar dos goles, atacar, ejercer de asaltante. Y si ellos se entregan al contragolpe, que responda Pepe, que andará fresco. Pero no es posible cubrir todos los fl ancos, no son compatibles prudencia y hazaña.
En el Liverpool jugará Torres, recién recuperado del esguince que sufrió en el Bernabéu. Arbeloa, renqueante entonces y ahora, es duda. Su puesto en el lateral diestro podría ocuparlo Skrtel, un central de 1,93 susceptible de crujir por los quiebros de Robben.
Será fundamental Robben, ya lo aviso. Su capacidad de desborde es el único factor impredecible en un partido que estará calculado con decimales. Y su peligro crecerá si alterna las bandas e insiste en la izquierda, donde la salida natural del regate le invita a centrar antes que a chupar.
Aunque en principio está previsto para el banquillo, tampoco se puede descartar la presencia de Sneijder. Resulta más versátil que Marcelo, porque tiene movilidad, pase y tiro; más fútbol en general.
Amenaza. En los movimientos defensivos la principal preocupación debe ser controlar a Gerrard, que se incorpora desde el mediocampo. Lass parece el candidato adecuado para asumir la misión, pero en ese caso Juande corre el riesgo de abandonar a Gago ante Xabi y Mascherano. Benayoun, autor del gol en el Bernabéu, es baja por lesión y será reemplazado por Fabio Aurelio. Kuyt se moverá por la derecha para sacar faltas a Heinze.
El Madrid debuta en Anfield, el último templo donde medir sus músculos y su historia. El Liverpool no ha perdido ni un partido de los 21 jugados esta temporada en su estadio (ocho empates), pero el dato no intimida, engrandece. Estos son los momentos del Madrid, este es el torneo, el rival y el anuncio. Si un niño pregunta por qué somos del Madrid se le responde fácil: por esto.
