Ya avisó Hugo durante la semana diciendo que queda poco Negredo para disfrutarlo en el Almería. Desde luego con actuaciones como la de hoy, mucho menos. El delantero madrileño prolongó su racha goleadora con dos goles que permiten a los andaluces materializar una nueva remontada, mantener el fortín del Mediterráneo y condenar al Getafe a lidiar con la peligrosa sombra del descenso. Negredo se coló en el duelo fraternal de los Uche para llevarse el protagonismo del choque con un doblete que le convierte en el segundo máximo goleador nacional.

Pocas veces es posible ver un choque entre dos equipos con, a priori, tantas similitudes. Igualdad en la clasificación, pues ambos llegaban instalados en media tabla con 28 puntos. Similitudes en los banquillos, ocupados por dos leyendas del fútbol. Y sobre todo similitudes en la delantera, con dos canteranos de Valdebebas en la punta del ataque, escoltados por dos Uches: Kalou y Ikechukwu.

La igualdad con la que se presentaba el partido a penas duró seis minutos. Los que tardó Guerrón en abrir la lata. El Almería mostró todas sus carencias defensivas al dejar rematar por dos ocasiones una falta botada por Gavilán. Tras un cabezazo del Cata y otro de Soldado, que se estrelló en el larguero, el ecuatoriano libre de marca solo tuvo que empujar el balón al fondo de las mallas. El gol apenas varió el guión del partido. El Getafe continuó imprimiendo un ritmo infernal, adueñándose de la posesión y aprovechando la velocidad de Guerrón para romper la defensa andaluza una y otra vez. El ecuatoriano, que volvió al once veinte partidos después, por fin dio alguna pincelada de lo que se esperaba de él, desbordando en banda y perdiendo menos balones.

La superioridad azulona se tradujo en hasta tres ocasiones en el primer cuarto de hora que Soldado en boca de gol no acertó a rematar. El Almería tardó quince minutos en quitarse las legañas y desperezarse. Los rojiblancos, agazapados en su campo en los primeros compases, encontraron en la espalda de los laterales el principal camino para llegar a las inmediaciones de Jacobo. Primero con un disparo seco de Crusat, que el meta despejó con dificultades, y después con una gran internada de Mané que finalizó Negredo empujando el balón a placer y subiendo el empate al marcador. El 9 prolongó su estado de gracia al empujar el primer balón que llegaba a sus pies y conseguir su sexto gol en los últimos cinco partidos.

El tanto del empate no amilanó al Getafe, que tuvo en Casquero su principal argumento para inquietar a la zaga andaluza. El talaverano tomó las riendas del centro del campo y junto a Guerrón se convirtió en el verdadero quebradero de cabeza para los de Hugo. El mexicano veía resignado desde el banquillo como su zaga, especialmente dubitativa, temblaba con cada centro al corazón del área. Un disparo del capitán y una internada de un apagado Uche, que Alves despejó a corner, fueron las principales ocasiones antes del descanso de un Getafe que buscaba de forma incesable el gol, pero veía atemorizado como Negredo convertía un simple pelotazo en una clara ocasión de gol.

Negredo marca la diferencia

En un calco de la primera mitad, ambos equipos salieron con las revoluciones a tope, pero esta vez fue el Almería quién estuvo a punto de sacar aprovechó gracias a un impecable cabezazo de Acaisete que se estrelló en el palo ante la mirada atónita del meta Jacobo. El aviso se transformó en rúbrica a penas diez minutos más tarde cuando un fallo en la salida del balón llegó a Negredo, que volvió a demostrar su olfato goleador con un potente disparo que se coló en la portería azulona tras tocar en la espalda del Cata Díaz.

Con el gol, el Almería replegó líneas y declaró a los cuatro vientos sus intenciones de aguantar el resultado. Con un juego más vertical, el Almería se encomendó a la calidad de Mané y Crusat y la pegada de su 'killer' para matar el partido a base de contragolpes. Víctor dio entrada al uruguayo Albín y se fue con todo al ataque. La ansiada recompensa pudo llegar en una salida en falso de Diego Alves, pero remate del Cata Díaz se estrelló en el larguero y con él todas las esperanzas del cuadro azulón. En los últimos minutos Casquero intentó poner remedio a una nueva derrota, pero fue el Almería quien pudo sentenciar el partido con un potente disparo de Ortíz que Jacobo despejó a corner in extremis.

El juego se embarulló en los últimos instantes y el Almería lo aprovechó para amarrar una importante victoria que le sirve para mantener el fortín del centenario Estadio Mediterráneo (sexto partido consecutivo sin perder en casa) y abandonar los puestos calientes de la clasificación. El Getafe por contra continúa sin conocer la victoria en las últimas cinco jornadas y esta nueva derrota le deja metido de lleno en la pomada por el descenso, con un colchón mínimo de tres puntos. La falta de gol condenó un día más a los azulones que hicieron méritos para puntuar, pero nuevamente no supieron ganar y se marcharon de vacío de Almería.