Forlán y Agüero bendicen a Abel

Liga BBVA | Recreativo 0 - Atlético de Madrid 3

Forlán y Agüero bendicen a Abel

Forlán y Agüero bendicen a Abel

Kun marcó el primer gol y el uruguayo, los otros dos El Atleti cambió radicalmente de actitud y resolvió en 35' El Recre atacó sin puntería tras el descanso

Cambió el Atleti con Abel, sí, eso es indudable. Lo único seguro, de hecho. El resto son incógnitas más o menos malintencionadas: ¿Durará esta nueva actitud: todos concentrados, presionando y luchando, ordenados y juntos? ¿Le ha dado tiempo, en una semana, al nuevo entrenador a convertir, a un grupo de almas en pena en el Séptimo de Caballería? ¿Fue lo de ayer una reacción de orgullo o de liberación? ¿Dónde estaban Forlán y Agüero el mes pasado? ¿Qué pensaría Aguirre viendo el partido por la tele? Las respuestas irán llegando en las próximas semanas, pero la victoria rojiblanca en Huelva ya dejó algunas pistas para el futuro.

Sea por un motivo o por otro, el Atleti ha recuperado la actitud que se perdió en algún momento de las Navidades pasadas. Agüero y Forlán vivieron un enero tan gris que a menudo se nos olvidaba lo buenos que son. Por desgracia para el Recre, ayer nos lo recordaron con estruendo. A los tres minutos, Kun cabeceó a la red un centro de Sinama y lo celebró con rabia, harto de la sequía y de los rumores. Todos los aficionados rojiblancos exhalaron simultáneamente un suspiro de tranquilidad: "Vuelve Agüero, estamos salvados".

El 0-1 dejó otro detalle interesante y fue la evidente aclimatación de Sinama a la banda. El francés se fue con mucha habilidad de Arzo y centró a la perfección: el sitio justo, la altura exacta y la potencia precisa. Maxi ni fue ni es ni será un extremo y a Abel le encanta atacar por los costados. Veremos qué decide la semana que viene.

Sinama al margen, las otras semisorpresas del primer once del toledano sacan a la luz otro de sus objetivos, el de crear un núcleo fuerte de jugadores de la casa o, al menos, españoles que garanticen el compromiso y transmitan los valores del club. Así dicho suena bastante carca, pero sigue funcionando en los vestuarios. Por eso, fueron titulares Pablo, Antonio López y Raúl García en lugar de Heitinga, Maniche y Banega. El más importante de los tres debe ser el navarro, que lleva un año de pesadilla, pero tiene 22 años y le sobran carácter y condiciones. Ayer sacó un notable y Abel seguirá dándole galones.

No es que me olvide del Recre, es que durante 45 minutos apenas existió. Tras el 0-1, Colunga demostró que es un delantero interesantísimo y pudo empatar con una vaselina que rozó el palo, pero fue un destello aislado. Era un monólogo de Agüero que mejoró cuando se convirtió en diálogo con Forlán.

Tras dos avisos, llegó el 0-2. Balón largo de Pablo hacia el centro del campo donde Forlán, de primeras, encuentra a Agüero, que le devuelve la pelota ya en el área. Sin mucho ángulo, el uruguayo define como los ángeles, con un toque sutil y cruzado. Un golazo al que siguió otro. El revivido Agüero, el que presiona a muerte al rival, recupera un balón en mediocampo y vuelve a habilitar a Forlán, que repite remate imparable. 35 minutos, 0-3 y punto final.

Problemas. El resto fue un quiero y no puedo del Recre y un ligero regreso a la Tierra del Atleti. Los de Alcaraz mejoraron con la entrada de Maidana y Ruben y Abel descubrió que su equipo defiende cada córner o falta lateral como si la pelota llevase dentro una bomba de relojería y estuviera embadurnada en mantequilla: les da pavor, pero ni siquiera logran despejarla lejos. Un caos.

Así, Pernía sacó bajo palos un testarazo de Arzo, Leo Franco detuvo un remate a bocajarro de Ruben y Colunga cabeceó fuera por poco. Ahí tiene mucho trabajo el nuevo técnico rojiblanco. Pero el Atleti no llegó a sufrir, ya que, con esos dos portentos recuperados para la vida activa que tiene por delanteros, cada contra parecía un penalti. Nadie acertó, pero fue un milagro.

Y así, con feliz placidez, acabó el debut de Abel como entrenador del Atlético. Aún tiene mucho por hacer: serenar la defensa, inventarse un centro del campo operativo, ajustar las líneas, ensayar la presión, recuperar físicamente a la plantilla... Pero la primera victoria, esa sin la que ningún entrenador puede sobrevivir, la ha ganado: los futbolistas están con él. Y con Agüero y Forlán de tu lado la vida es un lugar mucho mejor. Pregúntenle a Aguirre...

El detalle: Forlán, sólo una torcedura

Forlán dio un susto al Atleti cuando, a falta de cinco minutos, se quedó clavado tras un remate y pidió el cambio de inmediato. Finalmente, la lesión no es tan grave como se temía y sólo sufre una torcedura en el tobillo izquierdo. Hoy se someterá a varias pruebas para conocer la magnitud y es duda para el partido que Uruguay juega el miércoles contra Libia, en Trípoli.