Le gusta poco lucir ante cámaras y micrófonos pero bien que se está expresando en el campo. ¿Esperaba tener esta curva ascendente de rendimiento a mitad de temporada?

Ni yo podía esperar estar jugando a este nivel. Estoy trabajando muy bien en los entrenamientos y trato de reflejarlo todo en los partidos. Estoy satisfecho con mi rendimiento, aunque siempre soy inconformista. Y más ahora que el equipo lleva un par de derrotas seguidas.

Así sí se puede negociar una buena renovación...

Eso está ahí. Termino contrato en junio y ya veremos de qué manera acaba todo. Ahora estoy centrado en ayudar a la Unión Deportiva. Para mí es lo más importante en estos momentos.

Usted quiere quedarse.

La mejor manera de demostrarlo es en el campo. Así pido yo la renovación, jugando y entrenando. Dando el máximo cada día y tratando de ser útil para el entrenador y el equipo.

¿Cómo hace para que no le descentre este asunto?

Pienso en el equipo y en ir partido a partido. Estamos a mitad de temporada y lo importante es el colectivo por encima de lo individual.

El caso es que pasan los años y ahí sigue Nauzet. En la foto y como pieza importante. ¿Satisfecho por su consolidación?

Llevo ya unos cuantos años en la primera plantilla y he jugado con casi todos los entrenadores. Nadie me ha regalado nada y lo que tengo me lo he tenido que trabajar siempre. Me ayuda la experiencia que tengo y también el sentirme muy motivado y a tope a nivel físico.

¿Ha pasado muy rápido el tiempo?

Un poco sí. Tengo muchos recuerdos. Algunos muy buenos. Me quedo con eso y con lo que tengo por delante aún. Pero es una gran satisfacción, a mi edad, llevar tantos años jugando y compitiendo.

Aunque esa vena impulsiva sigue ahí...

Es un arma de doble filo. Puede perjudicarme o beneficiarme. Intento que no haga daño al equipo. Es mi forma de ser y, en caliente, es complicado controlar todo. Protestar a los árbitros, hacer alguna entrada... Son cosas del fútbol. A mí me gusta ganar siempre. Ganar en todo. Si no tengo motivos para enfadarme tampoco los busco.

¿Comparte el discurso optimista de sus compañeros sobre la reacción del equipo?

Totalmente. Eso se palpa en el vestuario. Vamos a tirar para arriba porque aquí nadie baja los brazos en ningún momento. Al final estaremos peleando en los puestos altos. Los primeros no nos llevan una ventaja imposible, aunque sí complicada. Hay tiempo.

Más de dos meses con Vidales. ¿Qué nota extrae de su metodología?

Nos ha beneficiado muchísimo. Sabe lo que quiere de cada uno. Es un ganador y te lo transmite y contagia. Con sus sistema defendemos atacando. Todo es muy positivo. A nivel individual está apostando por mí y mi responsabilidad es devolverle la confianza. Cuando hablo con él veo que comprende bien al futbolista, que sabe aguantar la presión... Me gusta su manera de llevar el equipo sin entrar en comparaciones con nadie.

Y con tantos hombres cerca del área, los jugadores de sus características tienen que estar encantados.

Nos sentimos acompañados arriba. Participamos más y las oportunidades de hacer gol son bastantes, aunque en las últimas semanas parece que la suerte nos ha dado la espalda. Pero es un sistema bastante ofensivo y con el que vamos a seguir obteniendo muy buenos resultados. Estoy convencido.

En la falta que clavó al Levante su dedicatoria fue para la niña que está esperando. ¿Llegarán más?

Esperemos que sí porque eso significará que el equipo hace goles y gana partidos. A mí me motiva por todo. Lo firmo ya. Cuantas más dedicatorias, mejor.

Continúe el domingo en Elche. ¿Se atreve con un pronóstico?

Ganar. Respetamos al rival pero vamos con ambición y ganas para reaccionar de una vez.