La semana previa al cierre del mercado de invierno se presenta movida en Huesca con la más que probable primera salida en este periodo, que sería la segunda de la temporada. En este caso es Jon Erice el que se perdía ayer con permiso del club el entrenamiento de la mañana y se desplazaba a la Tacita de Plata para cerrar los trámites y ser nuevo jugador del Cádiz, abandonando así la disciplina del club altoaragonés. El acuerdo parecía muy cercano a última hora de ayer aunque ninguno de los tres clubes implicados (Erice está cedido por Osasuna) había rubricado el acuerdo. Sería la tercera cesión y la segunda aventura andaluza del burladés, que la pasada temporada fue a préstamo al Málaga, donde vivió el ascenso del equipo aunque no participó en muchos partidos. Erice jugó en Primera División y también competición europea con Osasuna.
Aunque no hubo confirmación oficial, la prensa andaluza sí que daba por seguro el fichaje de Erice. Una contratación que cogió por sorpresa al entorno amarillo, ya que en un principio no se conocía que la dirección deportiva quisiese reforzar el mediocentro. Los amarillos contaban con Fleurquin, Ormazábal, Fragoso, que tras la llegada de Juanma ha pasado a ese lugar, y el propio Fran Cortés.
Un fichaje.
Esta circunstancia deja dos fichas por cubrir (Felipe y Erice) y parece que el Huesca lo va a intentar. Ha trascendido la negociación con Jonan García, que ahora se encuentra jugando en Segunda B y que hace tres temporadas fue cedido por el Athletic a Castellón, donde el futbolista bilbaíno acumuló 2.219 minutos en 32 partidos. Con sus siete goles fue el segundo máximo realizador del conjunto de la Plana. También ha jugado en el Aris de Salónica, Ciudad de Murcia y ahora defiende la camiseta del Ibiza.
Aunque la de Jonan García es la opción que tiene más fuerza, no es la única en su puesto, ya que otros clubes también pretenden su contratación, caso del Albacete. El cambiante mercado invernal puede hacer girar las negociaciones y las operaciones pueden cerrarse en minutos como alargarse por días e incluso romperse. El Huesca tampoco vería con malos ojos dejar la plantilla en 23 o 24 jugadores para dar más opciones a los que tienen menos minutos.
