Si hubiese sido un partido cualquiera, Pato se llevaría todos los titulares, saldría en todas las fotos y sólo se hablaría del formidable futuro que aguarda al joven brasileño que ayer decidió el partido con otro magnífico gol. Pero resulta que lo que ayer se vivió en San Siro es el más que probable adiós de Kaká al Milán. Y todos los ojos fueron para él.

Mil seguidores del Milán esperaron la llegada del autobús del equipo a San Siro para gritar bien alto "Kaká se queda, Kaká no se vende". Y, por si Galliani, administrador delegado del club, no se había enterado de la decisión, los tifosi le silbaron cuando hizo aparición por el palco. El directivo, en el descanso, dejó clara su opinión: "No debo usar sólo el corazón, también la razón. Aún nadie ha firmado nada. El lunes, con el padre del jugador, se tomará una decisión conjunta". Mientras tanto, la grada ya había dictado sentencia con infinitas pancartas pidiendo, unánimemente, la permanencia del brasileño.

Pato: "Hará lo que él quiera"

Al término del partido, uno por uno todos los jugadores del Milán se abrazaron a Kaká en un claro gesto de despedida al centrocampista. El propio jugador dijo adiós a la grada de una manera más efusiva de lo normal. Pato se puso del lado de su compañero: "Kaká debe hacer lo que él quiera, nosotros estamos a la espera. La afición ha estado increíble con él".

El jeque del City ha perdido 487 millones en la Bolsa

Sheikh al Mansour, propietario del Manchester City, ha sufrido un duro revés económico esta semana. Según publica The Sun, el jeque ha perdido 440 millones de libras (487 millones de euros) por la depreciación de las acciones de Barclays, entidad bancaria que el pasado viernes bajó su cotización en la Bolsa un 24,85% (lo que se estima que provocó una pérdida total de 3.000 millones de euros al conjunto de los accionistas). El jeque invirtió en octubre unos 3.500 millones en acciones del banco, equivalentes a un 16,3% del capital de Barclays.

Berlusconi: "Va a ser difícil retener a Kaká"

En el Milán empiezan a resignarse con la marcha de Kaká. Así se deduce de las palabras de Silvio Berlusconi. "No se puede decir que no a un chico que tiene por delante una carrera que no le dudará toda la vida y al que le ofrecen ganancias muy superiores a las que tiene aquí. Nada está decidido, pero va a ser muy difícil retener a Kaká", dijo a La Gazzetta dello Sport.