Miguel Ángel Lotina, el maestro, se llevó el primer enfrentamiento ante el alumno 'Tintín' Márquez. Visto lo visto ayer en A Coruña, quedó muy claro que mentor y discípulo se conocen a la perfección, ofreciendo un partido táctico en el que las pizarras predominaron sobre la improvisación. De partida, se pudo ver que a este 'nuevo' Depor ya no le obsesiona el balón, que puede compartirlo con el rival en los partidos de Riazor. Así, que cuando los de atrás no lo ven claro, balón arriba para que pelee Riki. El Espanyol, por su parte, tampoco se ruboriza buscando a Tamudo y Luis García en la lejanía, aunque de primera intención, como el Depor, siempre quiere sacar el balón jugado.
El combate táctico podía haber acabado perfectamente en nulo de no ser por una genialidad de Guardado. El mexicano empalmó con su zurda un balón caído del cielo al primer palo de un Kameni que leyó la intención, pero que poco pudo hacer ante la precisión y potencia del perfecto remate. Era el primer tiempo, quedaba partido y partido, pero la balanza ya no se movió porque nadie más supo liberarse de las ataduras de la pizarra.
Con el marcador a favor, el Deportivo se despojó todavía más de la posesión, lo que paradójicamente multiplica su profundidad. Los robos de balón pasaban casi siempre por las botas de un Verdú con galones, que conectaba con Lafita, Guardado o Riki, tres flechas que aumentan su valor con espacios.
El necesitado era el Espanyol, pero Riazor parece ser un gafe demasiado pesado para Tamudo y Luis García. En teoría, estos dos jugadores son los que deben tirar del carro de un equipo que Márquez sitúa bien sobre el campo, pero al que le falta imaginación. La poca que apareció sobre Riazor salió de las botas y la velocidad de Coro, el ojito derecho de un Lotina que apenas sufrió sobresaltos.
Centrales gafados. Los centrales del Espanyol no están de suerte últimamente. La sanción de Jarque obligaba a Márquez a improvisar con Lacruz como complemento de Pareja. El argentino se lesionó en el tramo final del primer tiempo y el técnico perico tuvo que hacer malabarismos para recomponer la defensa. Dio entrada a Ángel tras el descanso en el lateral derecho y Sergio Sánchez, que había sufrido mucho con las embestidas de Principito Guardado y Lafita pasó al centro de la zaga.
Para que el equilibrio fuese absoluto, Zé Castro tampoco pudo terminar el encuentro. El portugués, que llegaba justo tras un esguince, fue titular y aguantó 73 minutos hasta que lo sustituyó Piscu. Los movimientos en defensa, que otro día podrían haber descompuesto a uno u otro equipo, se quedaron en anécdotas, porque la mayoría de las veces las defensas pudieron con los atacantes.
El tramo final del partido, con la gasolina casi en reserva, dejó ocasiones para que el marcador se moviese. Sergio Sánchez tuvo la más clara de su equipo, pero los pies de un Aranzubía, que está rozando la perfección, impidió el sobresalto. También la tuvo Bodipo, que desvió con sutileza un centro de Sergio, pero el palo evitó que el Deportivo matase el partido.
Mirando a Europa. Las estrecheces de las pizarras dibujaron un partido plano, igualado, con un Depor en el que quizás sus individualidades brillaron algo más. El equilibrio entre uno y otro equipo también era previo, ya que llegaban a Riazor empatados a puntos. Tras el duelo, el Espanyol regresa a Barcelona con algunas dudas más de las que ya traía, mientras que el Depor mira sin complejos a la zona noble de la tabla. Los coruñeses ocupan puesto de UEFA, pero sobre todo abren un pequeño abismo con el infierno que merodeó la pasada temporada por A Coruña.
Los tres puntos dejan a Lotina confirmado en su papel de maestro y con un once tipo tras tres meses de competición. Las rotaciones volverán, porque llega la Copa y luego la UEFA, pero parece que al fin el de Meñaka ha dado con sus once hombres. El debate interno de Márquez es con el sistema, y me da que no ha resuelto sus dudas en lo que puede ser una angustiosa espera por el lesionado De la Peña.
El detalle: cordial saludo entre Lotina y Tintín Marquéz
ntes de comenzar el partido Miguel Ángel Lotina y 'Tintín' Márquez se saludaron de forma efusiva. El de Meñaka tuvo a Márquez de segundo en el Espanyol y ayer era la primera vez que se veían las caras. La misma cordialidad que hubo sobre el césped existió en el palco con Lendoiro y Dani Sánchez Llibre.
