La ilusión desbordante del ''Portu'' en una jornada histórica para el club vizcaíno y el aliento de los más de siete mil espectadores que casi llenaron el campo de Lasesarre no fue suficiente para inquietar al vigente campeón del torneo, que con un equipo plagado de suplentes resolvió la papeleta con autoridad y solvencia.

Salió con las cosas claras el Valencia. Desde el pitido inicial el equipo visitante neutralizó la ilusión local monopolizando la posesión de la pelota y disipó de esa manera cualquier atisbo de sorpresa.

Defendió únicamente con sus dos centrales, Carlos Marchena e Iván Helguera. Los laterales, el canterano Ximo Navarro y Asier del Horno, adelantaron unos metros su posición natural otorgando a los visitantes una apabullante superioridad en el centro del campo que ahogó la voluntad del Portugalete.

Era una evidencia que los goles iban a subir al marcador más pronto que tarde. De hecho sólo diez minutos tardó el Valencia en lograr el primero de la noche en un remate de Morientes tras un buen centro desde la derecha de Pablo Hernández.

El ex jugador del Getafe y el debutante Navarro encontraron un auténtico filón en ese carril diestro y aprovecharon la oportunidad que les ofreció Unai Emery fabricando también el 0-2 que selló Vicente con un disparo raso desde la frontal.

A partir de ese instante amainó el vendaval visitante. El equipo local respiró y lanzó alguna contra con intención que hizo mantenerse despierto a Guaita.

En la reanudación, el Portugalete salió decidido a poner el broche de oro a su gran día marcando al menos un gol y apenas tardó unos segundos en lograrlo. Urko Vera, adelantándose a Marchena, fue el protagonista del histórico tanto al cabecear un centro de Gorroño que se le coló por debajo del cuerpo al meta del Valencia.

Tres minutos duró el sueño de la remontada gualdinegra, los que tardó Morientes el elevar el 1-3 tras una buena jugada de Hugo Viana que dejó finiquitado este partido de ida.

El Valencia volvió a levantar el pie y los vizcaínos lo aprovecharon para nivelar en cierta manera el juego. Emery hizo debutar a otro canterano, Michel, mientras el Portugalete se vaciaba e incluso hacía trabajar a Guaita, como en un tiro de Arzubiaga.

Poco más ofreció el encuentro salvo el gol postrero de Nicola Zigic tras un pase de un inspirado Pablo Hernández que fue probablemente el mejor hombre sobre el césped de Lasesarre.