"Yo sé lo que he sufrido y no se lo deseo a nadie"

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"Yo sé lo que he sufrido y no se lo deseo a nadie"

"Yo sé lo que he sufrido y no se lo deseo a nadie"

Vicente Rodríguez pasa revista. El valenciano ha recuperado la sonrisa. Se siente al 100%, tanto física como mentalmente; está con muchas ganas de firmar un gran año y, además, en el mes de marzo será padre.

Con tan sólo 27 años, Vicente Rodríguez ya es todo un veterano en este Valencia. Pocos como él pueden presumir de llevar nueve años en el conjunto de Mestalla, en el que aterrizó en el verano de 2000 procedente de un Levante en el que había maravillado. En el pasado quedó aquello de Vicentín y la famosa cláusula de rescisión de 30.000 millones de las antiguas pesetas que le puso Pedro Villarroel para intentar blindarle. Ahora, Vicente es una persona bien distinta. Más maduro, curtido por una carrera en la que ha tenido que ir haciendo frente a muchos obstáculos y con un palmarés envidiable. Y listo también para ser padre en Fallas. ¿Qué más puede pedir? Pues seguir disfrutando del fútbol. Como lo hizo en la temporada 2003-04, el que fue sin duda su mejor año. Todos recuerdan aquella cabalgada imparable en el Sánchez Pizjuán que terminó en el gol que abrió la celebración del último título de Liga conquistado por el Valencia. Momentos históricos que el 'xiquet de Benicalap' quiere volver a vivir. Ése es el mensaje que quiso transmitir en la cena del Tridente, con AS, Cadena SER y Localia, con Brassa de Mar como inmejorable escenario.

La primera idea que expuso Vicente fue muy clara: las lesiones ya son historia. "Eso es algo que ya está olvidado. Esta temporada me encuentro mucho mejor y no tengo miedo a lesionarme. Este año he sufrido una tendinitis en el cuádriceps, algo normal. El problema es que cuando yo tengo una lesión, aquí se exagera más de lo normal. Eso es lo que más me molesta. Físicamente me encuentro bien, mentalmente estoy fuerte y mi convicción es que me quedan muchos años de fútbol", apuntó el valenciano, que ya ha aprendido a vivir al margen de las críticas, como las de aquellos que le intentan colgar el cartel de 'ex futbolista': "No me molesta que lo piensen porque he aprendido a llevar bien las críticas, cada uno es libre de opinar lo que quiera. Yo quiero hacer bien mi trabajo, jugar bien y ayudar al equipo. Quien quiera decir tonterías, que lo haga. Yo sé lo que he sufrido y no se lo deseo a nadie. En mi cabeza estoy convencido de que se volverá a ver al mejor Vicente".

Sin embargo, si pudiera echar la vista atrás y borrar un día de su carrera deportiva, no duda ni un segundo en cuál sería. "Borraría el día de Bremen. Ahí sufrí la lesión en el tobillo que me tuvo un año y medio sin poder jugar. Pero eso ya es pasado. He aprendido muchas cosas y he madurado mucho desde entonces. Tengo este año y dos más por delante para poder hacer muy bien las cosas", aclaró el de Benicalap, que viene de pasar uno de sus años más duros y no, precisamente, por culpa de una lesión. "Si Koeman se hubiera quedado, me habría tenido que ir del Valencia porque no contaba conmigo. Llegué a pensar que podría ser el cuarto apartado. Estaba más fuera que dentro. Con él jugué muy poco y casi me sentía descartado, pero no sé por qué, algo me salvó", recordó de la etapa del técnico holandés, del que no guarda ningún buen recuerdo: "El descenso fue una realidad para nosotros. No ganábamos y encima salíamos goleados. Realmente, no creo que Koeman sea un entrenador que vaya a dirigir equipos importantes, no es un hombre que tenga la base para hacerlo. Consiguió que los futbolistas no tuviéramos ni ilusión por venir a entrenar".

Hablar de Koeman también sirve para poner sobre la mesa el nombre del resto de entrenadores que Vicente ha tenido en su etapa en el Valencia. Nombres mucho más ilustres y que, al contrario de lo que hizo el holandés, sí que consiguieron marcarle. "Veníamos de tener entrenadores muy buenos y que tácticamente trabajaban mucho, mientras que con Koeman apenas hacíamos nada. Sus charlas no duraban ni cinco minutos y sólo nos decía que suerte y a jugar bien", aclaró el valenciano, que no duda tampoco sobre qué técnicos le han marcado: "He aprendido mucho de Cúper, Benítez y Quique. Han sido tres grandes entrenadores para mí. Cúper me hizo debutar, tengo un buen recuerdo de él y jugué mucho; con Benítez, llegó mi mejor momento; y Quique se portó muy bien conmigo. Es un técnico muy válido". Un perfil al que ahora se asemeja Unai Emery. "Es un técnico joven, con muchas ganas de trabajar, constante y con el que tácticamente también estamos trabajando muy bien. Al igual que ocurría con Quique, es un entrenador con mucha hambre de ganar", insistió.

Precisamente, fue con Rafa Benítez en el banquillo cuando Vicente disfrutó de su mejor momento, una temporada que se le ha quedado marcada como el recuerdo más bonito, hasta ahora, de su carrera deportiva. "Mi mejor momento fue la temporada en la que ganamos la Liga y la UEFA. Fue el mejor año, tanto a nivel individual como colectivo. Conseguimos ganar dos títulos importantísimos y ante rivales de gran nivel. Además, logramos coronar ese año histórico con la Supercopa de Europa. Fue algo muy grande", recordó el interior blanquinegro, que tiene claro qué se puede aprender de aquellos éxitos: "Hay que apostar por la humildad y el trabajo. Ahora se están haciendo bien las cosas. Tenemos un entrenador que sabe lo que quiere y una plantilla con buenos jugadores. No sé hasta qué punto será posible pelear por conseguir la Liga y la UEFA, pero estoy convencido de que podemos ganar algo este año". Aunque si se le pregunta por cuál es la prioridad para esta campaña, tampoco duda: "El objetivo es estar entre los cuatro primeros. Ahora vamos líderes y todo es muy bonito, pero queda mucha Liga, UEFA y Copa, y seguro que tendremos momentos complicados".

Mucha competencia.

Durante los nueve años que lleva en el Valencia, a Vicente nunca le ha resultado sencillo hacerse con un puesto en la banda izquierda. El valenciano ha tenido que hacer frente siempre a una dura competencia, con futbolistas como Kily González, uno de los más queridos por la grada y al que terminó sentando, Canobbio, Xisco, Regueiro o Silva, que arrancó jugando en el costado izquierdo. Ahora, le toca pelear por un puesto con Mata. Ante el gran momento del asturiano, a Vicente no le preocupa ser suplente, aunque está dispuesto a dar mucha guerra para recuperar su puesto. "Mata es una competencia seria, pero siempre he tenido rivalidad desde que estoy aquí. Me alegro por él. Es un jugador joven que está haciendo goles y ayudando al equipo, eso siempre es positivo para el Valencia. Es un rival, como he tenido otros, pero el que decide es el entrenador. Ahora mismo, no tengo ningún problema en ser suplente de Mata, hay muchos partidos por delante y confío en mis posibilidades. No me conformo porque no soy suplente de nadie y estoy convencido de que llegará mi momento", aclaró el de Benicalap.

Y hablar de competencia lleva a plantearle también otra cuestión: ¿dónde se encuentra más a gusto, como interior o mediapunta?. Pocas han sido las oportunidades para verle como segunda punta, pero si él pudiera escoger, no dudaría: "Casi me gusta más la posición de mediapunta que la de interior. Ahí tienes más libertad y llegada a la portería rival, aunque ahora Emery no quiere que estemos tan pegados a la banda, que nos metamos más al centro. De todas formas, de segundo punta no he jugado casi, con Benítez algún partido, y no sé cuál sería mi rendimiento".

Para el final, un último mensaje: "Será más difícil ser padre que futbolista". Vicente ya se imagina lo que le espera.