"La Roja es toda una referencia para los griegos"

Ernesto Valverde

"La Roja es toda una referencia para los griegos"

"La Roja es toda una referencia para los griegos"

carlos díaz

Ernesto Valverde (Viandar de la Vera, 1964) es el entrenador del Olympiacos griego, uno de nuestros emigrantes. Nos cuenta su experiencia y se le ve contento.

¿Primeras conclusiones, Txingurri?

Pues que todo es diferente a lo que había vivido en España. Hay gente que piensa que debe ser sencillo manejarte en la Liga griega y lo cierto es que cuesta muchísimo ganar los partidos. Yo me lo esperaba, eso también. Mi equipo es de esos que deben ganar siempre.

¿Hay alguno que no?

Ya. Olympiacos es el Madrid o el Barça de aquí, a eso me refiero. Se respira en todo instante que es un equipo grande, con una afición impresionante que exige muchísimo. De sobra es conocida la pasión del aficionado griego en el fútbol y en todos los deportes; sus epopeyas en el baloncesto son de sobra conocidas. Y mi equipo está en el centro de todo. Luchar por la Liga es una obligación. Me lo dejaron claro desde el primer momento; pero tampoco les hubiera hecho falta hacerlo. Llegas y ves que esto va muy en serio.

Parecidos con Ahtletic y Espanyol, los clubes que entrenó aquí, pocas por tanto.

Ellos también son clubes grandes en historia y en ilusiones, la diferencia es que no pelean por ganar la Liga. Pero, al final, es todo muy parecido. En San Mamés y en Montjuïc quieren ganar también. El entrenador, ya se sabe: gana o tiene problemas. Paciencia y entrenador de fútbol ...

Agua y aceite.

Eso es. Olympiacos es el club más popular de Grecia, el que más afición tiene. La lucha con Panathinaikos y AEK de Atenas es tremenda; ahora se ha espabilado también el PAOK de Salónica. Pero, vamos, el rival por antonomasia es el Panathinaikos.

¿Qué sería el Olympiacos en España?

Por afición, por orgullo de club y demás debería pelear por estar ente los primeros. Allá donde vamos nos están esperando, nuestra afición llena los campos del equipo contrario. Vamos a Creta y hay montones de hinchas de Olympiacos, vamos a Alemania y allí están, vamos a Dinamarca y lo mismo.

El gran palo fue la eliminación en la previa de la Champions.

Sí. ¡Y eso que una de las razones que me animaron a emprender esta aventura fue esa competición!

Les eliminó el Anorthosis de Chipre, que está ahora líder de su grupo junto al Inter. ¿Tan buenos son?

Es un equipo bien armado, que se echa atrás y te complica, que le saca mucho partido a las jugadas de estrategia y que tiene ambición. Y nosotros tuvimos un día nefasto en el partido de ida. Perdimos por 3-0 después de fallar un penalti con 2-0, nos metimos un gol en propia puerta y encajamos otro tras un rebote desgraciado. Fue horroroso, pero ellos hicieron sus méritos.

Chipre, a usted no le va.

Sí, ya perdí una vez allí con el Athletic. Es un fútbol que va mejorando. El Omonia de Nicosia eliminó al AEK y en la siguiente ronda el Manchester City tampoco lo pasó bien con ese mismo equipo. Recordará cuando su selección le ganó a la nuestra

Perfectamente, amigo: 3-2. Último partido de Clemente al frente del equipo, a Dios gracias.

Siguiente pregunta.

Total, que el fútbol chipriota no es una broma.

No, no es ninguna tontería. No está en la Primera División europea, para entendernos, pero ojito si te toca una eliminatoria con ellos. Creo que ya no te puedes fiar de nadie.

Volvamos a Grecia. ¿Cómo es su fútbol, en general digo, comparado con el nuestro?

Tiene menos ritmo, las transiciones son más lentas; esta es la mayor diferencia. En España los equipos están más igualados dentro del orden natural que acaba imponiendo la competición. Ahora vemos como en cuatro jornadas los seis más fuertes están arriba: Valencia, Villarreal, Barcelona, Real Madrid, Sevilla y Atlético. Otras veces costó más establecer estas distancias, muy lógicas por otra parte. Pero en conjunto hay más igualdad en España, nadie gana fácil en el campo de un equipo de media tabla; en Grecia la brecha es mayor entre los equipos.

Presidentes con dinero los hay allí, ¿verdad?

Sí, hay clubes presididos por personas con un gran potencial económico, pero no es comparable a lo que sucede en Inglaterra o en la propia España. Aquí nadie se plantea fichar a David Villa, por ejemplo. Hay un nivel y lo que sí hacen los griegos es importar buenos futbolistas de todo el mundo. Yo tengo españoles, argentinos, brasileños, polacos

¿Y cómo se entienden?

Hay un truco: el preparador físico uruguayo Álex Cáceres, que lleva tiempo aquí y habla griego. Me vine con Jon Aspiazu y José Antonio Pozanco (también preparadores físicos, Aspiazu llegó con Valverde desde el Espanyol y Pozanco dejó el Barça para acompañarles) y nos manejamos en inglés y en español. Sorprende la cantidad de gente que entiende nuestro idioma y lo habla lo suficiente para entendernos.

¿Y a España, cómo la ve el aficionado griego?

¡Huy, lo saben todo de nosotros! La Eurocopa nos puso de moda, claro. Grecia es un país muy futbolero y esa pasión la trasladas del campo a la televisión. Conocen a todos nuestros equipos, a los jugadores, cómo está la Liga Vemos todos los partidos que queremos, también los de la Liga inglesa que, amigo, hay que ver lo bien que venden fuera su producto. Su presencia, los horarios Lo venden bien, sí.

¿Tienen los griegos ídolos españoles?

Saben de Torres, Xavi o Iniesta los mismo que nosotros.

¿En serio?

Sí y además pasa una cosa muy curiosa: cada equipo de aquí se identifica con uno de España. Los del Panathinaikos son muy del Real Madrid, los míos tiran más por el Barcelona. Y no me pregunte por qué. En nuestro caso quizá influye que Olympiacos se ha enfrentado muchas veces con el Real y ninguna con el Barça, y siempre queda esa rivalidad. Pero, vamos, la Selección, sobre todo, es una referencia para el aficionado griego. El buen gusto por el buen fútbol es universal.

¿Hay una estrella en el fútbol griego?

Seguramente el seleccionador, el alemán Otto Rehhagel. Le tienen un profundo respeto desde que fue capaz de hacerles campeones de Europa en Portugal 2004. Fue el gran momento del fútbol griego y no lo olvidan.

¿Y en cuanto a futbolistas?

Respetan muchísimo a los veteranos, sobre todo a los internacionales. En el caso de Olympiacos, el portero Nikopolidis, por ejemplo. O a Djordjevic, que es serbio pero lleva aquí doce años y es uno más. También a gente más joven como Torosidis. Salpigidis, del Panathinaikos, también es muy seguido aquí.

Le veo entusiasmado.

Sí, estoy contento. Cuando me ofrecieron probar aquí tenía dos caminos: seguir en España, en un ambiente que conocía, o aceptar el reto de ir a un club grande, con todo lo que ello implica. Te preguntas: ¿saldrá bien? Y la respuesta no deja lugar a dudas: me arrepentiré si no lo pruebo. Sabía que afrontaba una experiencia diferente y me apetecía. También influyó que el equipo aspiraba a jugar la Champions No hubo esa suerte y el reto ahora es conseguirlo la próxima temporada. Ganando la Liga, claro.

¿Y su vida de cada día?

Bien. Atenas es una ciudad muy grande y con un tráfico terrible, también me voy adaptando a eso. De todas maneras paso mucho tiempo en nuestra ciudad deportiva, tengo mucho vídeo por ver de este fútbol y de todos Y, bueno, la ciudad para patearla a conciencia pues ofrece miles de rincones extraordinarios y también hago excursiones por el país, que es estupendo.

Usted que hace tan buenas fotos, ¿cuántos carretes ha tirado ya?

¿Carretes, antiguo?

Llámeme clásico

Sí, como los antiguos griegos, ¡ja, ja! Pues algunos, sí. Hay mucho que ver aquí y no sólo de fútbol vive el hombre. Tengo la oportunidad de conocer bien otra cultura ¡y qué cultura! Para empaparte de todo lo que han hecho los griegos en este mundo se necesitan años. Bien, me va muy bien.

Están con usted Raúl Bravo, Óscar el del Zaragoza, Galletti, de gran recuerdo para el madridismo

Sí, y Domi, que estuvo en el Espanyol. Bien, buena gente que está en la lucha. Ellos son los primeros en estar presionados por el ambiente que rodea el club.

Óscar es un tipo peculiar, ¿verdad?

Y buen futbolista.

¿Sabe la que armó una tarde con el Zaragoza en San Mamés?

No.

Le pegó una bronca a Cani porque retenía la pelota buscando el final del partido y no se la pasaba por más que se la pedía. Le gritó: "¡Nunca seremos un equipo grande, nos conformamos con el empate!". La verdad era que el Zaragoza ganaba por 1-2

Es el fútbol, amigo.