La Juventus de Turín, próximo rival del Real Madrid en la Liga de Campeones, tropezó ante el modesto BATE Borisov (2-2), que jugaba su primer partido de ''Champions'' ante sus aficionados, y aclaró el camino del Real Madrid, primero del grupo con seis puntos después de ganar al Zenit con los de Ranieri segundos, con dos menos.

El cuadro turinés rozó además el descalabro porque no pudo detener el vendaval de juego local en la primera media hora y encajó dos tantos, por medio de Kryvets y Stasevich, que añadieron gran complejidad a un partido en el que partía como claro favorito.

Los de Ranieri, que son sextos en su Liga después de ganar sólo dos de los cinco partidos disputados, encontraron muchas dificultades en la salida del BATE, muy impulsivo y ofensivo, como ya le sucedió en el Bernabéu aunque entonces sin suerte.

En esta ocasión el modesto equipo bielorruso consiguió los dos primeros goles de su historia en la máxima competición continental para poner en apuros a los transalpinos, que ahora afrontan con mayores urgencias el doble enfrentamiento con el Real Madrid, primero en Turín (21 de octubre) y quince días después en el Bernabéu (5 de noviembre).

Sin embargo la Juve reaccionó, especialmente su delantero Iaquinta, que cazó dos goles, uno de cabeza, para equilibrar el choque antes del descanso. De un plumazo los ''biaconeri'' recortaron la desventaja y afrontaban una segunda mitad con opciones de dar la vuelta al marcador.

Finalmente no pudo ser así, aunque gozó de alguna ocasión, y ahora se queda segunda de grupo, con cuatro puntos y obligada a ganar al Real Madrid en Turín en la tercera fecha de la competición para no despedirse prematuramente de la primera plaza.