Un mal inicio no siempre le impidió jugar en Europa

Primera | Betis

Un mal inicio no siempre le impidió jugar en Europa

Un mal inicio no siempre le impidió jugar en Europa

morenatti

El conjunto verdiblanco está firmando esta temporada uno de sus peores arranques de Liga en toda su historia. Sin embargo, los de Paco Chaparro tienen la oportunidad de emular lo logrado en las campañas 1960-61, 1976-77, 1979-80 y 1981-82, donde finalizó entre los seis primeros.

A pesar de estar realizando uno de sus peores comienzos de Liga (el peor desde la campaña 1990-91, que finalizó con descenso), el Betis sigue dando razones para creer en él. El acierto en las incorporaciones y el buen juego desplegado en casi todos los encuentros amortiguan los insuficientes dos puntos cosechados en estas primeras cinco citas. "Trabajando en esta línea los resultados llegarán", afirma Chaparro, quien tiene un dato más para cimentar su ilusión: de las 15 temporadas en que el Betis estaba en descenso a estas alturas, en cuatro acabó entre los seis primeros.

En la 1960-61, con Fernando Daucik en el banquillo, los verdiblancos marchaban antepenúltimos con tres puntos, exactamente igual que en la campaña 1976-77, con Ferenc Szusza de entrenador. En la primera de ellas el Betis finalizó sexto y en la segunda quinto, lo que ahora daría derecho a jugar la UEFA.

Más complicado lo tuvo en las temporadas 1979-80 y 1981-82, las otras dos en las que se remontó hasta puestos europeos actuales. En 1979 comenzó León Casal de técnico, pero su mal inicio (dos puntos) permitió a Luis Cid Carriega dirigir la escalada hasta la quinta posición. Sexto acabó el Betis de Pedro Buenaventura en 1982, después de suceder a Iriondo, quien a su vez había sustituido a Luis Aragonés. Cuatro gestas que ahora Chaparro tiene la oportunidad de emular. Las sensaciones del 'enfermo' lo permiten.

Cambió en dos años el técnico

El cambio de entrenador no siempre es sinónimo de acierto. De esas cuatro temporadas en las que escaló en la tabla, en la mitad se optó por sustituir al entrenador (1979-80 y 1981-82), situación que en las últimas campañas se ha repetido en el conjunto verdiblanco.