El entrenador de la Real Sociedad, Juan Manuel Lillo, tiene motivos para estar satisfecho ya que su equipo, en puestos de ascenso tras la tercera jornada de Liga, ha confirmado los buenos augurios de la pretemporada y ha conseguido firmar el mejor inicio de las doce últimas campañas.

Mejora incluso el arranque del año del subcampeonato con el francés Raynald Denoueix en el banquillo, ya que hace seis temporadas el balance de puntos era el mismo, siete en tres partidos, pero había caído como casi siempre en la primera ronda de la Copa del Rey que también en esta ocasión ha superado.

Los números de Lillo siguen asombrando y dan continuidad a los logrados en los once encuentros que dirigió la pasada Liga, en la que únicamente perdió en el último minuto del partido contra el Alavés que, a la postre, dejó a los donostiarras fuera de la Primera División, y también en la actual pretemporada en la que sólo cedió un partido de los ocho disputados.

Esta nueva Real ha madurado mucho en los últimos meses y el pasado sábado ni siquiera la desequilibrante presencia de Javier Clemente en el banquillo rival hizo mella en los jugadores, que lograron un triunfo a sumar a los cuatro conseguidos en 24 enfrentamientos con Clemente en el banquillo visitante.

Los futbolistas blanquiazules comienzan también a creerse que este año la cosa puede ir en serio y el delantero y máximo goleador en Liga de la Real, Iñigo Díaz de Cerio, ha señalado que "es tiempo de generar ilusión", aunque también ha advertido de que a lo largo de la temporada "habrá momentos malos".

De Cerio ha asegurado que este año la Real tiene "buen banquillo y buena plantilla" y por eso está convencido de que "se han sentado las bases" para tratar de acometer con garantías el objetivo de ascender a Primera División.