Pereira encuentra oro

Primera | Barcelona 1 - Racing 1

Pereira encuentra oro

Pereira encuentra oro

enric fontcuberta / rodolfo molina

Un solo tiro del Racing tumba la revolución de Guardiola

Tres en Soria y dos en el estreno ante los suyos. El Barcelona se va dejando puntos en lo que parece un mal presagio, cuando la Liga no ha hecho más que comenzar. Un tiro del Numancia supuso un gol y otro del Racing, otro. Como en los peores tiempos, el conjunto de Pep Guardiola luce una mandíbula de cristal y arriba, en vez de guantes da la impresión de tener plumas.

Un toque de Pereira, que pareció ensayado con Garay, autor de un libre directo, dejó a Valdés descolocado. Fue el premio exagerado a un Racing que puso tesón, disciplina, orden defensivo y dureza a partes iguales, todo ello en base a una renuncia desacomplejada de la pelota y de las posiciones de vanguardia. Ante ese montaje, Guardiola persiguió obsesivamente la idea de abrir el campo, asunto que no siempre consiguió un Barça que fue de más a menos, para acabar con un empuje infructuoso, estéril e impotente.

Cambios.

Cinco fichas movió Guardiola sobre el tablero con respecto al debut en Soria. Sorprendió la desconvocatoria de Henry, pero también la suplencia de Messi y de Iniesta, en favor de Pedro y el también debutante Sergio, hijo de Carles Busquets, aquel portero heterodoxo que encumbró Cruyff.

La excusa para tanto revuelo fue el cansancio, la dosificación del esfuerzo. El invento funcionó bastante bien una media hora, con Xavi y Sergio en la conducción, Hleb y Pedro abriendo las bandas y Keita asomándose desde la segunda línea. ¿Etoo? Ahí andaba, haciendo de Ronaldinho, de Iniesta, de Deco, de Kubala, quién sabe, menos de Etoo. Pisó poco el área y, claro, disparó menos. O sea, nada.

El Racing se parapetó atrás con su defensa esperada y esperable, una barrera de contención formada con Colsa y Lacen, Serrano y Valera más pendientes de frenar al rival que de mirar hacia adelante y, claro, Munitis y Tchité como víctimas de semejante enredadera. Resultado: Valdés vivió plácidamente, como toda la defensa culé, toda la noche.

Otro gallo le cantó a Toño, salvador del Racing en varias ocasiones (ante Pedro y Keita en la primera mitad, y ante Etoo y Pedro otra vez en la segunda). Con la entrada de Messi y Bojan el Barça inquietó más, pero en apariencia; la prueba es que Etoo fue de los peores, casi inédito, con permiso de Abidal, que parece el hermano malo de aquel que llegó de Lyon.

Suma el Racing y resta el Barça pese a sumar. Queda la impresión de que con más valentía los cántabros se habrían llevado más premio. Y también que este Barça no puede ser tan malo, que le falta recorrido, que con más rodaje volverá a brillar con la luz esperable e iluminará a su gente.