Anna Xicoy nunca ha sido persona de muchas palabras. Llegó a la dirección general del Barcelona de puntillas, en 2003, y ayer se anunció que abandonaba el cargo de la misma manera: con un escueto comunicado oficial. Xicoy representaba el último vestigio del dimitido vicepresidente Ferran Soriano en las altas esferas del Barça. Fue Soriano quien avaló en su día el fichaje de la ejecutiva como directora financiera, y quien en julio de 2004 la promocionó a la dirección general. El vicepresidente había asumido las funciones de director general durante la primera temporada de Laporta en la presidencia (2003-04).

Xicoy apenas ha durado en la entidad menos de dos meses desde la dimisión de Soriano. El vicepresidente renunció a su cargo junto a otros siete directivos el pasado 10 de julio, tras un voto de censura que la junta superó por la mínima, con más de un 60 por ciento de votantes en contra. Laporta firmó el despido de Xicoy, y ahora se tomará "unas semanas" -según el comunicado- para anunciar un recambio. Hasta entonces, el vicepresidente Jaume Ferrer asume el cargo de forma interina. ­

Apuntan a dos altos ejecutivos

Las quinielas sobre quién será el nuevo director general del Barça apuntan a altos cargos de un par de empresas catalanas, una de ellas perteneciente al sector de la alimentación. También la directora saliente, Anna Xicoy, provenía de la empresa privada, en su caso del sector de las telecomunicaciones, tras su paso por las desaparecidas Menta y Auna.