Corazón y pases cortos (aunque no siempre). Con esa fórmula el Numancia se estrenó en el regreso a Primera, con buena nota, ante un Barcelona que tiene bastante tarea para el hogar. Trece minutos después del pitido inicial, en un contraataque de manual, Bellvís recibió sobre la banda izquierda, donde Alves hacía rato que no habitaba, y sacó un centro impecable antes de que cerrara Márquez; la pelota fue a parar a pies de Mario, un Llanero Solitario en el lado derecho del ataque soriano (¿y Abidal?), que tuvo tiempo de parar, mirar y liquidar a un Valdés vendido y atolondrado. Los Pajaritos se convirtieron en aquellos pájaros de Hitchcock y se soltaron en vuelo triunfal.
Corazón y pases cortos, pero también un notable orden defensivo y la convicción de todos para ejecutarlo. La solidez defensiva, con Palacios en el puente de mando; la generosidad de Moreno, Nagore y Barkero para desgastarse en la contenci la claridad de Bellvís para ganarle una y otra vez la espalda a Alves; la contundencia de Mario y la pelea de Brit contra Márquez y Puyol. Más el acierto de Juan Pablo. Más la suerte, que siempre ayuda. Total: tres puntos ante uno de los aspirantes al título.
Progreso.
El Barça mostró una imagen muy mejorada respecto de la versión anterior. Con Alves como única cara nueva de titular (luego entrarían Hleb y Keita), tuvo la pelota, llegó numerosas veces (incluidos un larguero de Etoo y un poste de Messi en el alargue), pero careció de puntería y algo de buena fortuna. El equipo de Pep Guardiola tiene, eso sí, un amplio margen de progreso: Messi aún arrastra la fatiga del oro olímpico, Etoo aún no ha calentado la empuñadura de su pistola, Xavi volverá a ser el mejor de todos -como demostró en la Eurocopa-, Iniesta también aportará su visión de juego... Paciencia.
En tanto, el Numancia vuela alto. A la altura de la ilusión.
El detalle. Sólo un fichaje jugó de titular
De los cinco refuerzos del Barcelona, sólo Daniel Alves fue alineado entre los once que empezaron el partido. Los otros cuatro se quedaron en el banco.
