"El club aguantará el tirón para no vender jugadores". La frase es de Joaquín Caparrós y la pronunció el pasado 2 de agosto en Charlton, minutos después de que su equipo se impusiera al equipo británico en uno de los amistosos de pretemporada. Ese día, el preparador habló con vehemencia de la necesidad de mantener a los buenos jugadores del equipo y alabó a la junta por su buena gestión económica. La arenga del preparador llegó después de una semana atípica, con un cruce de elogios y críticas de los aficionados hacia la directiva por haberse decidido a firmar un contrato de patrocinio con Petronor a cambio de lucir publicidad en la camiseta rojiblanca.
El discurso iba en consonancia con el mantenido por García Macua, que no se ha cansado de decir que el objetivo de la directiva no puede ser otro que mantener a los mejores jugadores en el seno del equipo. El presidente, bien es cierto, ceñía sus palabras a los "jugadores estratégicos". Por tanto, hizo una división en la plantilla y, con el tiempo se ha visto, los que no entraban en la definición de estratégicos estaban en el mercado. Como Aduriz, que en pocas horas vestirá la camiseta del Mallorca. El delantero se someterá hoy al reconocimiento médico y si lo pasa será presentado el martes. El Athletic pierde a un jugador que ha anotado 22 goles en 85 partidos. El traspaso no entraba en los planes del jugador, que está muy disgustado, pero el modo en que el Athletic le abrió la puerta propició su salida.
Riesgo. La venta, que no ha sido entendida en todos los sectores del rojiblanquismo, entraña un riesgo evidente para el Athletic, que ahora tiene la caja fuerte con mejor pinta que la pasada temporada: se ha asegurado cinco millones (más uno más en concepto de variables por el traspaso de Aduriz), tiene en el bolsillo otros dos millones por el contrato de Petronor y está en puertas de firmar un buen acuerdo con Umbro para que vista a la plantilla rojiblanca. La camiseta no llevará el logotipo de Umbro hasta la temporada 2009-10, pero es posible que el equipo empiece a lucir los chándals y ropa de entrenamiento de la firma que en España tiene su sede en Vigo.
La directiva mantiene su intención de no ir de compras y, por tanto, no habrá contrataciones antes del cierre del mercado. Todo lo que ha recaudado es para cuadrar el ejercicio que presentará a sus socios compromisarios en la próxima asamblea.
El equipo directivo de García Macua deberá hilar fino en su relato de acontecimientos: tiene que ser difícil de explicar que el equipo se ha debilitado (Aduriz ha sido uno de los delanteros con más gol del equipo en las últimas temporadas) para conseguir que el balance cuadre. El éxito económico ha podido con el fortalecimiento deportivo de la plantilla, que ahora tiene un futbolista menos en el grupo. Y las alternativas que se contrataron en verano para cualquier contingencia con los delanteros no han acabado de convencer a Caparrós: Toquero está cedido en el Eibar e Iñigo ha estado a un paso de ir cedido al Numancia.
La afición clama por la venta de Aduriz
Cuando la venta de Aduriz se cierre definitivamente se convertirá en la noticia del verano en Bilbao. A diferencia de otros culebrones estivales las negociaciones se han llevado a cabo con celeridad, tanta que a la ciudad entera se le indigestó ayer el desayuno mientras leía la prensa. Aduriz puede gustar más o menos, pero traspasar a un jugador con ascendencia en el campo y en el vestuario a una semana del inicio de temporada es una maniobra de riesgo. Y también motivo de debate. Ayer San Mamés despertó con pintadas de "Macua, Aduriz no se vende". Asimismo, circularon SMS reprobando la venta del delantero y planeando una protesta al palco en el debut liguero. Por no hablar de los foros rojiblancos, que quedaron casi colapsados por las quejas de los aficionados. Los ánimos están muy calientes. El patrocinio de Petronor abrió el polvorín y el probable traspaso de Aduriz ha encendido la mecha. Un mal inicio en Liga podría desembocar en una fuerte detonación.
