Samuel los vuelve locos

Trofeo Joan Gamper | Barcelona 2 - Boca 1

Samuel los vuelve locos

Samuel los vuelve locos

enric fontcuberta

Dos goles en el descuento remontan el tanto de Boca

Samuel Etoo se siente liberado, con la rodilla lista y el punto de mira afinado. Es el mejor fichaje para Pep Guardiola, no lo duden. Si se dedica a hablar en el campo y no a predicar sus polémicos monólogos, posiblemente sea el mejor delantero centro del mundo. Ni Didier Drogba, ni Emanuel Adebayor, dos africanos por los que suspiraba Txiki Begiristain, al que el camerunés está retratando en esta pretemporada. Tampoco debe escaparse de la crítica Joan Laporta, fiel a Johan Cruyff y ejecutor de sus decisiones. El holandés le había recomendado acabar con Etoo, en un larguísimo verano de rumores y filtraciones interesadas.

El idilio de Etoo con la grada y de los hinchas con Samuel sigue intacto. Pese a que muchos acusan al camerunés de borrarse del último clásico jugado en el Bernabéu (4-1) en el mes de mayo, a los culés se les ha pasado el berrinche. Consideran al africano el número uno y cuando remató la asistencia de Xavi, el Camp Nou se volvió loco.

En tres minutos.

Y es que en tres minutos, los pupilos de Pep Guardiola voltearon un marcador que se les había puesto en contra mediada la segunda parte. Fue Puyol, primero, el que reventó la pelota, después de un ejemplar lanzamiento de esquina ejecutado por Xavi (al fin, después de mucho tiempo, la estrategia parece funcionar).

Guardiola, antes de que el capitán empatara, creía que serviría el tanto de Viatri. El canterano de Boca aprovechó un error en cadena de la defensa de tres que probó Guardiola. Sí, por un momento pareció que el Barça volvía a esa línea frágil y arriesgada que en el Dream Team comandaba Ronald Koeman y que apuntalaban en las bandas Chapi Ferrer y Sergi Barjuán. Quería el nuevo entrenador que su equipo fuera mucho más atrevido, después de que en la primera parte el juego fuera más bien malo y monótono. Entonces, con un Bojan desaparecido, un Henry desafortunado y un Hleb perdido, la línea de creación, lentísima, poco podía hacer para concretar su trabajo. Touré, pese a estar mejor tras su operación de hernia, sigue lejos de su mejor nivel, mientras que Gudjohnsen y Sergio (hijo de Carles Busquets) no podían hacer llegar la pelota con la velocidad aconsejable.

Se dieron cinco minutos de más al partido y fue cuando el Camp Nou explotó, tras pasar nervios por la ineficacia culé y el buen hacer argentino. Los cambios no dieron el fruto esperado hasta la prolongación. Iniesta lo había intentado tres veces, siempre con Caranta como protagonista. Pero el éxtasis llegó cuando Etoo la rompió. Lo hizo de cabeza. El centro medido de Xavi fue perfecto para el empalme. El camerunés se quitó la camiseta para celebrarlo con todos. Samuel los volvió locos.