La disciplina que impone Pep Guardiola en el Barça se nota también en la recuperación de algunos futbolistas. El ejemplo más clarividente es el de Rafa Márquez, relegado al ostracismo la última temporada (a causa de las lesiones y de su ajetreada vida privada). El mexicano se ha recuperado físicamente y vuelve a poseer las virtudes que le hacían un central diferente, y por lo tanto, atractivo para cualquier equipo.

Márquez ha sido titular en todos los encuentros de la pretemporada en los que ha estado disponible (en Florencia no jugó por molestias) y Guardiola lo ve como el nuevo jefe de la defensa azulgrana. Su saber estar, colocación y, en especial, su excelente visión de juego encajan como la última pieza del puzzle que le hacía falta al técnico para completar la defensa. Guardiola ve en Márquez un Ronald Koeman, un central tan duro en el corte como preciso en los desplazamientos largos hacia los extremos. Y la verdad es que su rendimiento está siendo alto.

El central mexicano será titular el miércoles en el primero encuentro oficial ante el Wisla. Guardiola lo ha recuperado.