La operación de venta de Duscher al Sevilla no alcanzará la trascendencia mediática que ha tomado el asunto de Cristiano Ronaldo, pero sí cuenta ya con los mismos eternos capítulos. El último giro rocambolesco se vivió ayer. Pese a que en la noche del lunes todo parecía cerrado, por la mañana la cosa se complicó. Incluso, durante algunas horas, el traspaso quedó congelado. Del Nido y Pernía tiraban para lados distintos y Duscher enloquecía. A última hora de la tarde, se producía otro giro positivo en las conversaciones y el argentino confirmaba a su círculo privado que el acuerdo era definitivo.

Precio: 2'5 millones.

Su fichaje quedó concretado, a falta de la firma de Pernía. Para darle más cuerda al tema, el presidente no pudo firmar los contratos tras el acuerdo verbal. Pernía viajó con el Racing a Grecia. Y fue en la escala realizada en Madrid donde las partes sellaron el acuerdo definitivo. Los dos presidentes cedieron mutuamente para llegar a un punto intermedio. Problema resuelto. Lo único que restaba, al cierre de esta edición, es que Pernía recibiera en Atenas los contratos y los firmara vía fax. Por este inconveniente, el fichaje no se hizo oficial. El jugador firmará por tres años y su precio quedó fijado definitivamente en 2,5 millones. Esta vez, parece que el culebrón sí ha llegado a su fin. Duscher viajará de inmediato a Sevilla y será presentado.