Tiene 18 años, una confianza ilimitada en sus posibilidades y mucha personalidad. Se llama Brian Sarmiento y lo que no tiene es el transfer internacional que le permita debutar en España. De hecho, no ha jugado en ningún lugar desde que hace año y medio se declaró en rebeldía en estudiantes y desapareció de La Plata. En Santander no está en rebeldía pero parece que su paciencia ha llegado al límite y quiere irse.

El pasado jueves el futbolista presentó en las oficinas del club un documento (poco más de medio folio) en el que dejaba bien clara su disposición a romper el contrato toda vez que no puede jugar y que tampoco ya le dejan entrenarse con el primer equipo. La sorpresa en las oficinas verdiblancas fue total ya que ni el representante del jugador, el peruano Ronald Baroni, ni los agentes españoles que colaboraron en su fichaje, Urquijo y Bergara, habían adelantado nada al respecto.

Pidió el contrato.

Si es verdad que un día antes, el miércoles, el joven argentino había acudido a la sede racinguista a solicitar una copia de su contrato (hasta el 2016 nada menos). A raíz de recibir el escrito del mediapunta, el Racing se ha puesto en contacto tanto con el agente como con los intermediarios, todos ellos los mismos que han actuado en el fichaje de Ísmodes, y ha convocado una reunión urgente en Santander. Ronald Baroni, delantero centro en diversos equipos (jugó un año en el Oporto) hasta su retirada en 1999, tiene previsto iniciar hoy mismo su viaje hacia Cantabria.

En el ambiente futbolístico argentino ha trascendido que Baroni estaría dispuesto a reembolsar al Racing lo gastado en el jugador hasta el momento y quedarse con el pase del futbolista. Tal cómo se ha puesto la situación, no parece posible descartar esa solución aunque sería tirar por la borda año y medio de esfuerzos y batallas jurídicas. Perdidas.