El Lokomotiv de Moscú dio hoy la gran sorpresa al derrotar en la tanda de penaltis al Chelsea y clasificarse para la final de la Copa de los Ferrocarriles de Rusia (RZD), en la que se enfrentará al Sevilla, que previamente derrotó al Milán.

El Chelsea ya se las prometía felices, cuando en una falta lejana a seis minutos para el final del partido los rusos consiguieron empataron el marcador.

Posteriormente, se repitió la historia de la final de la Liga de Campeones, cuando el equipo londinense caía ante el Manchester United en la ruleta rusa de los penaltis.

El gran capitán inglés, John Terry, no consiguió quitarse la espina en el escenario donde, bajo un impenitente diluvio, malogró el pasado 20 de mayo la pena máxima que le costó a su equipo la victoria, fallo que le ha perseguido desde entonces.

El caso es que el partido de hoy el Chelsea dejó claro desde un principio que no venía a Moscú a pasearse y apenas dejó resquicios al Lokomotiv, cuarto clasificado en el campeonato de liga ruso.

El ex barcelonista Deco se ha convertido en el líder del centro del campo del Chelsea y de sus botas nació el primer gol del encuentro.

El portugués penetró por la derecha y centró al corazón del área, donde Anelka bajó el balón inteligentemente con la cabeza para que Essien batiera de una fenomenal volea con la zurda al portero local (m.27).

El equipo presidido por el magnate ruso Román Abramóvich aún dispuso de varias jugadas de peligro, pero no acertó a definirlas; mientras el Lokomotiv puso muchas ganas, pero apenas creó peligro

El Chelsea pareció recuperar las señas de identidad que le condujeron a proclamarse campeón de la liga inglesa: presión en toda la cancha y una gran pegada.

El nuevo técnico del equipo, el brasileño Scolari, partidario de la disciplina dentro y fuera del campo, se ha traído consigo a Deco, lo que contribuye a mejorar considerablemente la circulación del balón. El resto del equipo es más o menos el mismo de la temporada pasada, aunque Ballack no fue hoy titular, ya que fue el última en sumarse a la plantilla, al haber disputado la final de la Eurocopa.

Anelka, que también salió de titular en vez de Drogbá, estuvo muy activo aunque, como es habitual, no estuvo acertado de cara al gol.

La segunda parte fue un querer y no poder por parte de los rusos, mientras el Chelsea se dedicó a conservar el balón, aunque la entrada de Wright-Philips añadió más mordiente a la delantera inglesa.

La mejor oportunidad la tuvo en sus botas Anelka, quien tras una pared con Lampard, se quedó solo ante la portería, pero fue incapaz de batir a Pelizzoli.

Shevchenko, muy querido en Rusia y que podría tener los días contados en el Chelsea, disfrutó de algunos minutos, aunque apenas tuvo tiempo para ganarse un puesto en el once inicial.

En los últimos minutos Wright-Philips pudo anotar el segundo, pero su disparo fue repelido por el larguero.

Cuando el partido parecía visto para sentencia, el ruso Kambolov sorprendió a Cech con un magnífico disparo desde unos 25 metros, que entró como una exhalación en la portería inglesa, desatando la locura entre la afición moscovita.

Ambos equipos lo intentaron en los últimos minutos, pero sin mucha fe, y todo quedó a expensas de los penaltis.

Cech puso por delante a su equipo al detener el primer penalti lanzado por los rusos, pero Pelizzolli emuló a Van der Sar, y detuvo el quinto y el sexto lanzamiento del equipo inglés, obra de Bridge y de Shevchenko.

El Sevilla y del Lokomotiv disputarán el domingo la gran final, mientras el Milán y el Chelsea lucharán por el tercer puesto.