Maniche se incorporó ayer a la concentración del Atlético en Los Ángeles de San Rafael. El jugador portugués llegó al hotel de concentración rojiblanco a las 13:25 horas, junto a los ocho futbolistas con los que había estado pasando diversos test físicos por la mañana en Majadahonda. El portugués pidió disculpas públicamente por su comportamiento a través de la web atlética y cuatro días después vuelve, por fin, a trabajar junto al resto de sus compañeros.
Nada más bajar del autobús se fundió en un abrazo con Ciri, uno de los utilleros, y después saludó a Enrique Ramón, jefe de prensa rojiblanco. A continuación, y a tras dejar sus pertenencias en su habitación, fue el último futbolista del Atlético en acceder al comedor, en compañía de Seitaridis, para almorzar con el resto de la plantilla y el cuerpo técnico.
Ahora se abre un periodo de espera para ver cuál será el destino del jugador luso, que fue cedido al Inter durante el pasado mercado de invierno tras una fuerte discusión con el entrenador y varias faltas de disciplina.
Sin perdón. El Atlético no cuenta con Maniche aunque haya pedido perdón públicamente. Eso sí, se entrenará con los rojiblancos estos días en la concentración de Los Ángeles de San Rafael, su futuro estará lejos del Vicente Calderón, pero sí se revalorizará su imagen y el club podrá venderlo a un precio más elevado que si estuviera apartado del resto de sus compañeros.
Maniche se ejercitó la semana pasada en el Cerro del Espino, siguiendo un plan específico de entrenamiento, para ir ganando forma física, ya que su última sesión de trabajo con el Inter fue el pasado 23 de mayo. Es decir, que son más de dos meses los que llevaba el portugués sin ejercitarse bajo la tutela de un cuerpo técnico.
El luso ni miró a Aguirre en la sesión de ayer
Era la imagen que todos buscaban en el entrenamiento vespertino rojiblanco de ayer en Los Ángeles de San Rafael: el reencuentro entre Maniche y Javier Aguirre. Pero éste no se produjo. El luso y el entrenador ni hablaron ni se miraron en ningún momento. El mexicano trabajó con los titulares movimientos de ataque contra defensa (Forlán, Sinama, Maxi, Simao y Raúl García contra Perea, Ujfalusi, Heitinga, Antonio López y Assunçao) mientras que el portugués se ejercitaba apartado del equipo junto al preparador físico del equipo rojiblanco, Juan Iribarren. Después, cuando terminó de ejercitarse con él, Maniche lo hizo con el grupo de los suplentes. Marcó un gol en el partidillo y cuando se incorporó a este grupo le aplaudió Luis García. Sí tuvo tiempo de saludar a Gil Marín y Pitarch, presentes en la sesión.
